El gesticulador
De Rodolfo Usigli
César Rubio ha huido junto con su familia a un remoto pueblo en el desierto. Es decir, al pueblo en el que nació. Y más que huir, en realidad ha roto con un pasadoen el que todo estaba teñido de fracaso: su nimia carrera como profesor de historia mexicana en la universidad nacional, la pobreza compartida todo ese tiempo con su esposa Elena y sus dos hijos Juliay Miguel, de 20 y 22 años respectivamente, que se hundían, ella en el deseo de un muchacho que no le hacía el menor caso debido a lo anodino de su rostro, aunque tuviera un cuerpo que emanaba fuego;y él, que pese a “estudiar” en la universidad, en realidad fungía como uno de esos “fósiles” que no hacen sino gastar el tiempo en huelgas y estériles debates políticos. Y así, después de unadiscusión en la que todos culpan de una u otra forma a César, de pronto aparece Oliver Bolton, un académico estadounidense que necesita pasar la noche en su mísera casa debido a un desperfecto de su auto.Cuando platica con César, éste se entera de que Bolton busca información sobre un par de personajes de la historia revolucionaria de México. En especial del general Cesar Rubio, quizá el personaje másinfluyente en la revolución, por encima de iconos como Emiliano Zapata y Francisco Villa, y cuya desaparición es un verdadero misterio.
Bolton rompe su promesa y a las pocas semanas aparece un artículoen The New York Times, en el que se habla del casual encuentro que el profesor Bolton ha tenido con un héroe de la Revolución Mexicana. Miguel lee el artículo a sus padres con cierta estupefacción ydesconfianza, arguyendo que quizá nunca ha conocido a su propio padre. Antes de que las explicaciones prosperen, aparecen varios políticos locales que buscan “la verdad” acerca de ese Rubio quecimbraría la escena política nacional. Con unas cuantas pruebas superficiales, llegan a la conclusión de que sí es el legendario general César Rubio, quizá también ayudados por su deseo de colocar un...
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