El matrimonio islamico
El matrimonio no constituye en el Islam una transacción comercial negociada por dos socios, ni un contrato civil en el que se evalúan beneficios materiales y obligaciones contrapuestas entre sí. Es algo solemne, sagrado, y sería erróneo definirlo simplemente en términos físicos, materiales y seculares. Losprincipales elementos del matrimonio son la calidad moral, la elevación espiritual, la integridad social, la estabilidad humana, la paz y la piedad. Es un contrato en el que el propio Al-lah interviene como primer testigo y como primera parte; se suscribe en Su nombre, en obediencia a El y de acuerdo con Sus mandatos. Es un satisfactorio compañerismo humano, autorizado y supervisado por Al-lah.Es un signo de Sus bendiciones y gracia abundante, como dice claramente el Corán (30:21).
Es evidente, por lo tanto, que el matrimonio islámico es un medio de relaciones permanentes y de continua armonía no sólo entre el hombre y la mujer, sino también entre éstos y Al-lah. Es igualmente claro que cuando dos musulmanes negocian un contrato de matrimonio, tiene plena intención de que resulte unéxito duradero, para lo bueno y lo malo, para lo mejor y lo peor. Para garantizar este resultado, el Islam ha establecido ciertas normas, que asegura, en la medida de lo posible, que el matrimonio servirá completamente a su fin. Entre estas normas encontramos que:
1. Las dos partes deben adquirir un conocimiento razonable de la otra, de forma que no implique ningún comportamiento inmoral, engañosoy explotador.
2. Se exhorta especialmente al hombre a elegir su compañera en base a sus valores permanentes, es decir, devoción religiosa, integridad moral, carácter, etc., y no en base a su riqueza, prestigio familiar o mera atracción física.
3. La mujer tiene el derecho a cerciorarse de que el hombre propuesto es un partido adecuado, merecedor de su respeto y amor y capaz de hacerla feliz.Basándose en ello, ella puede rechazar la proposición de un hombre que considere inadecuado o de nivel inferior, porque ello puede suponer un impedimento para el cumplimiento de sus obligaciones como esposa, llegando incluso a romper su supuesto matrimonio.
4. El marido tiene el deber de mantener, por completo, a la mujer. Ella tiene derecho a ello en virtud del matrimonio. Si ocurriera que ellatuviera alguna propiedad o posesiones, serán suyos antes y después de la boda; el marido carece de derecho alguno a una porción o participación de la propiedad de su esposa. El matrimonio queda con ello limitado a sus nobles fines, y se desentiende de todos los objetivos vanos.
Todas estas medidas hacen ver que el Islam ha dado todas las seguridades posibles para que el matrimonio sea unacompañía feliz y una sólida base, de constante armonía y paz permanente. Mas, teniendo en cuenta que el comportamiento humano es variable, a veces imprevisible, el Islam adopta una visión realista de la vida y prevé todos los sucesos inesperados.
Considérese esta aleya: “...Creó para vosotros, de vuestra sustancia, esposas para vuestro sosiego, y originó entre vosotros cariño y bondad.” (30, 21)Aparecen en esta aleya cuatro vínculos básicos para la interacción conyugal. Convendría analizarlos detenidamente y por separado.
El primero reitera la idea de la igualdad entre ambos sexos. Porque las mujeres han sido creadas de la misma substancia de los hombres o, si se prefiere, de la misma especie: la expresión que utiliza el Libro es min anfusikum, es decir, “de vosotros mismos”. También puedetraducirse por “de vuestras almas”, puesto que anfus es el plural de nafs, alma. Sucede, sin embargo, que los exegetas tienden a equiparar el término a ŷi‘ns: substancia, especie, género. Sea lo que fuere, la idea principal subyace a todas las interpretaciones.
El segundo y el tercer vínculo nos llevan a la consideración de dos vocablos utilizados en la aleya: sakan y mawadda. El primero...
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