El mito de sisifo
La postura de Camus es un claro y consecuente análisis de la situación vital del hombre de las postrimerías de la modernidad, me gustaría expresar vitalmente esta misma conclusión a partir de otro mito, en este caso bíblico que es el de la expulsión del paraíso de los primeros hombres Adán y Eva, este gran símbolo, que tiene curiosamente en cualquier culturaque se piense su correlato, lo es del sentimiento de culpa del hombre que tiene conciencia de la libertad que le constituye y de la pérdida de un sentido, destino y una ley , un acabamiento pleno que sólo es posible en el en sí (con la muerte de la conciencia), arrojado a esta incertidumbre y sobre todo a su absurdo papel frente al mundo con el cual ya no sabe qué hacer si no es observarlo yrezarlo nostálgico y arrepentido como la mayoría de las religiones han instado a hacer. El comienzo del pecado es claro, arranca del primer acto de rebeldía, de la primera decisión libre, esta es la propia esencia del hombre, negada patéticamente primero y más universalmente por el arrepentimiento, la cobardía de los débiles (los sacerdotes de Nietzsche) que arranca la esperanza del perdón a cambio desoltar el fruto mordido ya del árbol de la ciencia, después y en un modo más retorcido, desde el mito prometeico que se debería haber realizado plenamente en Hegel pero en realidad no fue sino el toque de queda de aquella religión que pretendió dictar desde el hombre libre mismo las verdaderas leyes a las que sin saberlo ya estaba atado, y traer de este modo la ciudad de Dios al mundo pero por finpor propia debilidad ( era un sistema lógico que había intentado jugar dando por supuesto un axioma desde cuya negación a la vez se había desplegado) cayó presa del imperativo de verdad que ella misma había inventado, ya profetizó Nietzsche que con la muerte de Dios los días del hombre estaban contados. Frente a estas posturas de debilidad ante el destino el propio Nietzsche predicaba el ascensodel problemático Súper hombre, del que se sabe soñando sin que su sueño se interrumpa. El hombre absurdo de Camus, sin embargo, al caer en la cuenta del ensueño en que permanecía arroja todo sentido y permanece alerta, siempre consciente defendiendo su libertad absurda frente a cualquier apegamiento de loa en-síes. De todos modos la diferencia quizás no sea real y sólo sea una cuestión deelaboración del planteamiento, pero creo que en el fondo vendrían a coincidir, aunque para señalar esto prefiero enlazar esta conclusión con la del trabajo de Foucault, que será a la vez comparación de ambos autores con su fuente común: Nietzsche.
“No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio : el suicidio”, ya desde el primer momento Camus nos presenta el tema de su pensamiento en lasantípodas de cualquier racionalismo, idealismo o filosofías despegadas de las cuestiones más inmediatas e importantes para el individuo pensante no el individuo abstracto, ni el hombre en general, sino el yo pensante, en este caso el propio Camus y sin lugar a dudas, la pregunta más inmediata y de cuya respuesta depende la posibilidad de responder cualquier otra , es la del “sentido de la vida”, esdecir, ¿por qué más bien seguir viviendo y no mejor morir ?.
Si en un principio estos presupuestos nos hacen encasillar a Camus entre los autores existencialistas, la discordia que con éstos mantendrá a lo largo de la obra y el rechazo que efectúa del ámbito filosófico como posible lugar para expresar su pensamiento nos hacen encontrarnos con un nuevo punto de mira que lejos de presentar aKierkegaard como el filósofo olvidado, se instala en un momento posterior, negando la legitimidad de cualquier salto que dé sentido al absurdo del que parte el hombre, para proponer hacer de este absurdo “hogar” que no se debe abandonar pues es el lugar propio de lo humano, de nuestra conciencia que tiende siempre a su afirmación constante, a su seguir despierta evitando cualquier desmayo o salto...
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