El nuevo orden mundial - Consuelo Ahumada
La generalización de la llamada economía de mercado en el mundo entero guarda estrecha conexión con el fin de la Guerra Fría en las postrimerías de la década de los ochenta. Con ella concluyó la larga confrontación político-militar del viejo mundo bipolar. El derrumbe de las "democracias populares" de Europa Oriental y la disolución del imperio y la federación soviéticos,brindaron a la superpotencia estadounidense la posibilidad de afianzar su dominio global. La emergencia y consolidación de lo que se ha dado en llamar el "nuevo orden mundial", diseñado a la medida de sus intereses, fue el resultado más palpable de dichas transformaciones de la situación política internacional.
Existen dos interpretaciones opuestas sobre la nueva situación mundial, y por tanto,sobre la división internacional del trabajo que le sirve de sustento. La primera de estas interpretaciones proviene de la economía neoclásica y corresponde a la visión del postindustrialismo. La segunda, basada en el pensamiento marxista, está mejor representada en el cuerpo de teorías que se han desarrollado en torno a la llamada "nueva división internacional del trabajo".
El presente artículointentará demostrar que la interpretación marxista proporciona el marco teórico más adecuado para explicar el orden económico y político internacional prevaleciente. Después de analizar los fundamentos teóricos de estas dos interpretaciones, se examinarán las manifestaciones concretas del llamado libre comercio, a la luz de la visión marxista.
La visión neoclásica
Los principios de ladivisión social y territorial del trabajo y de las ventajas comparativas, formulados por Adam Smith y David Ricardo, respectivamente, se encuentran en la base del enfoque neoclásico del orden económico internacional. Estas dos teorías proporcionan la justificación para la especialización de los países y las regiones del mundo en la producción de diferentes bienes y servicios y para la preservación de lasrelaciones políticas y económicas que resultan de dicha especialización. En el planteamiento original de Smith, la división del trabajo trae ventajas decisivas para los capitalistas. De un lado, la asignación de los trabajadores a una sola operación aumenta la productividad de la fuerza laboral; de otro, la división del trabajo permite al capitalista monopolizar el control sobre todo el procesoproductivo (Froebel el al. 1980: 33).
Por su parte, el planteamiento de Ricardo parte de la idea de que los productores de distintos países, que están en capacidad de fabricar mercancías a diferentes costos relativos, tienen mucho que ganar al especializarse en lo que hacen relativamente mejor e intercambiar bienes en cuya producción disfrutan de una ventaja relativa, por bienes en laproducción de los cuales tienen una desventaja también relativa. Así, se argumenta que la división internacional del trabajo permite que las personas de un país consuman mercancías que no están disponibles a nivel local o que "están por fuera de las fronteras de sus posibilidades de producción". Otro supuesto beneficio es que el comercio puede incentivar la acumulación de capital. Al permitirles a lospaíses importar bienes que cuestan menos, en términos absolutos o relativos, ellos estarán en posibilidad de bajar los costos de la canasta de bienes para los trabajadores y, de esta forma, podrán también abaratar los salarios, con lo que se incrementarán los niveles de ganancia (Ricardo 1992: 80).
Con base en estos planteamientos enunciados en el siglo XVIII, los economistas neoclásicos afirman quela especialización de las actividades productivas y el comercio, de acuerdo con el principio de costos comparativos, acarrea beneficios para todos los países. Esta visión concibe la economía política global como una red compleja de fuerzas autocorrectoras, regulada por el mercado. El estadounidense James A. Caporaso se refiere a los supuestos que resultan de tal concepción: El resultado...
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