El Principito
Previo a la prueba de la página 5 de este documento, recomendamos que los alumnos
repasen esta breve síntesis.
“La historia del principito está dividida en metáforas sobre la bondad, la amistad, la
solidaridad, la esperanza, el compañerismo, la lealtad, el conocimiento...
Cada capítulo es una enseñanza de conductas humanos que se nos va apareciendo en
forma de comparación. No sólo las conductas buenas aparecen en el libro, sino
también ciertas posiciones contrarias como el egoísmo, la vanidad, el materialismo y la
falta de imaginación.
También vemos representada la amistad, en el capitulo donde el principito conoce al
zorro en el planeta tierra, el cual le dice que desea ser domesticado. Entendiendo por
"domesticación" el crear unos lazos con otro, el acercamiento a los demás, el cual
logramos cuando nos ganamos la admiración y el respeto de alguien más.
La vanidad la veremos reflejada en uno de los planetas cercanos al planeta de el
Principito, donde vive un sólo hombre que tan sólo es feliz quitándose el sombrero y
que la gente le aplauda, el solo vive de los aplauso y solo se preocupa por ser el
protagonista de todo, el cual dice que las personas solo quieren ser admiradas.
El materialismo lo vemos, cuando viaja al planeta en el que vive un sólo hombre
dedicado a contar estrellas que él piensa que son suyas tan sólo por haberlas sumado.
"Y de que te sirve ser rico?" le pregunta el principito. "Para comprar otras estrellas si
alguien las encuentra". "Si yo tengo un pañuelo, puedo ponérmelo al cuello y
llevármelo. Si tengo una flor, puedo cogerla y llevármela. Pero las estrellas no las
puedes coger"‐ le dice el principito."No pero puedo meterlas en el banco"‐le responde. "La gente mayor son decididamente muy especiales " no deja de repetirse el principito
cada vez que conoce a algún nuevo personaje.
Este libro nos hace pensar en cómo veíamos la vida cuando éramos niños, y cuántos de
nosotros quisiéramos volver hacerlo.
Podemos ver claramente que la imaginación de un niño es grandiosa pues logra ver
cosas que nosotros los adultos ya no vemos, esto lo deja ver el autor cuando nos
muestra el dibujo de de una boa que se había comido a un elefante, y que al
tragárselo, la serpiente había tomado la forma de aquel animal. Cuando enseñó su
dibujo a los adultos, le dijeron que aquello parecía un sombrero, y desde entonces
jamás había vuelto a mostrar a nadie aquel dibujo. Cuando conoció al Principito, se lo
enseñó, y supo enseguida que se trataba de una serpiente comiéndose a un elefante. A
veces es necesario volver a la tener la imaginación infantil pues nuestros problemas de
la vida cotidiana hacen que esta desaparezca o que nos olvidemos de ella.
Cada capítulo, tiene un especial interés simbólico, la rosa que crece solitaria en el planeta del príncipe, los baobabs, el borracho, el astrónomo turco, el rey, el farolero, el
geógrafo...
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El principito quiere mucho a sus tres volcanes, y los limpia y los cuida como si
tuvieran vida propia, los considera sus verdaderos amigos, pero al que más
quiere es a su flor, aunque considera que es demasiado orgullosa y por eso
decide marcharse, porque con una flor orgullosa no se puede vivir. Más tarde
aprende que no se puede juzgar una cosa o persona exteriormente, primero
hay que conocerla, y entonces se podrá juzgar como es interiormente. Así es
como había juzgado a su flor, sin conocerla de verdad.
A continuación hacemos mención de la opinión del principito sobre las personas ...
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