El Referéndum De Los Cuentos

El Referéndum de los Cuentos 2010
Omar Aldayuz M.
La Paz, Bolivia
2010


En estos tiempos, nuestro país está atravesando por un periodo dónde todos, en mayor o menor grado, ejercemos nuestro derecho de participación en las decisiones trascendentales de la nación a través de una serie de mecanismos democráticos. Bueno por lo menos en teoría, ya que en la praxis… oh praxis, síntesis,elipsis, esas son mis palabras en griego. Ahora un poquito de latín: …advocatus diaboli, ad nausean ad infinitum cogito ergo sum… …maillatataj puriscanquichu, awatki pasipj’a ñanacasataki, u la la mon cherie, soiiree musicale, my dog is black… es que soy poliglota Pelé, Ronaldinho, batucada e samba. Ah… ¿han visto? Es que claro la palabra tiene tantas formas de expresarse que, por irónico que parezca,una vez la prohibieron en un país muy parecido al nuestro.
Resulta que en el país de Cuentolandia, un día se le ocurrió al Cuento Viejo -que era el presidente de aquel lugar- emitir un decreto ley que señalaba que a partir de la fecha ningún cuento podría ser contado a través de la palabra articulada, si es que éste no era primeramente escrito para posteriormente ser leído; condenando a lamuerte civil a la narración oral libre.
El argumento para esta decisión residía en que, según Cuentoviejo, la única manera en que su país podría progresar era a través de la producción de material intelectual, -El empirismo debe terminar, debemos fomentar la teorización- decía categóricamente el primer mandatario.
Y claro aquella sentencia caldeó los ánimos de los ciudadanos de Cuentolandia, quienesdecidieron reunirse en un gran cabildo, como era costumbre por aquellos días, para demostrar el poder del verdadero soberano: el cuento. Y comenzaron a llegar hordas de cuentos de todos los tipos, sabores, olores y colores. Llegaron por cientos, después fueron miles, algunos medios especulaban incluso que llegaron a ser más de un millón de cuentos.
Y uno a uno tomaba la palabra, algo muy usualen ellos por cierto. El Cuento Macabro sugería una serie de estrategias y artilugios para deshacerse por fin de Cuentoviejo, otros lo insultaban sin medida ni clemencia, los moderados no lo bajaban de achachi senil, que debería jubilarse y colgar la pluma y el tintero, que al cuento viejo ya todos lo conocen. Se generó tal descontrol al calor de las intervenciones que satanizaban el mandatopresidencial que ningún cuento daba ya pie con bola, o mejor dicho los cuentos habían perdido toda noción de las reglas gramaticales y era sintaxis ciencia prácticamente ficción.
Entonces se abrió paso entre la multitud el Cuento Opa quién con gran elocuencia sorprendió a aquel pueblo al borde del caos y dijo: -Oigan parientej, no sean opa puej, mejor porque no hacemoj un referéndum ¡carajo! y semosnosotringos mijmoj quienej decidimos si ejte viejingo sigue en el poder y dejpuej noj declaramoj a la Autonomía, elay”. Todos los demás se miraban entre sí preguntándose qué era eso de referéndum, y peor aún, comenzaron a surgir más especulaciones que cuentos presentes sobre quién era la señorita Autonomía y cómo iban a cortejarla…
(pausa larga)
Tres días después; tras haberlo meditado a lasombra de un sauce, consultado con su almohada y despabilado con un vino patero, el Cuentochapaco con toda parsimonia subió al escenario diciendo -oiga cumpita pariente, eso del referéndum bien churo siempre es, así que yo le voy a secundar en la moción; y como sé que usted, cumpita pariente, no es celoso yo también me voy a declarar a la Señorita Autonomía.
Pero Cuentochapaco no se había dadocuenta de que todo estaba siendo transmitido por pantalla gigante y vía microonda al país entero y el Cuento del Tío, otro que sabía más por viejo que por tío, se apresuró a llegar al lugar de la convención materializándose en la figura de un pajpacu de la San Francisco, el cuál apenas llegó, gritando a voz en cuello, reunió a todos en un círculo diciéndoles –¡yo no te voy a robarrr…, no te voy a...