el trabajo con la persona del terapeuta
Por Oscar Galfré y Graciela Frascino
Situación actual de la práctica de la psicoterapia
La tarea terapéutica, apasionante sin duda, nos expone cotidianamente a interacciones que están teñidas de fuertes dosis de ansiedad, violencia, desorganización, desesperanza, etc., y no siempre es posible dar una respuesta rápida y eficiente a esta demanda. Partede lo no resuelto queda operando como perturbación en el terapeuta.
Por lo tanto una de las prácticas que nos parecen necesarias es un giro sobre nosotros mismos, reexaminando, entre otras cosas, los modelos que nos han orientado. Este giro, lejos de desatender la clínica, contribuye a aumentar su calidad. Es necesario el cuidado del terapeuta para que éste pueda cuidar; las personas que cuidana personas deben y merecen ser cuidadas.
El ejercicio de la psicoterapia implica para el terapeuta varias cuestiones fundamentales: a) enfrentar problemáticas severas, insertas en un contexto sociocultural y económico sumamente crítico; b) una formación teórico-clínica no siempre sintónica con los problemas a enfrentar; éstas requieren mayor trabajo en equipo, redes y colaboracióninterinstitucional, y en muchos casos medidas socioambientales; c) las situaciones mencionadas le exigen al terapeuta un mayor compromiso emocional y personal, al mismo tiempo de que dispone de una menor preparación instrumental; d) bajos niveles de ingreso y de estabilidad laboral, así como escasos recursos y menor grado de motivación para la educación permanente, lo que deriva en un descenso en la escala deprestigio y reconocimiento social del profesional psicoterapeuta; e) todo lo enumerado determina un cierto isomorfismo entre la situación laboral del profesional medio y buena parte de la población consultante.
Es un tiempo de cambios acelerados y desajustes, que produce malestar.
Macro contexto del terapeuta.
En resumen, el nuevo siglo lo encuentra al mismo con:
consultantes que sepresentan con problemáticas cada vez más graves, con posibilidades de pago decrecientes;
lugares de trabajo institucional que atienden patologías graves y abonan honorarios bajos o inexistentes;
falta de medios personales e institucionales para obtener contención, supervisión y entrenamiento;
tiene que competir con diferentes "magias": autoayudas, terapias florales, etc.
un Estado que nosatisface plenamente la provisión de medios y políticas para el desarrollo de la salud mental y la atención psicológica, tanto en el aspecto de las prestaciones, como en el académico y de investigación;
sus propias problemáticas personales, familiares, y sociales;
las problemáticas de las instituciones de pertenencia, que a menudo no aciertan a adaptar sus paradigmas y sus prácticas a un mundocambiante e impiadoso.
Microcontexto del terapeuta
C. Whitaker (1992) sintetiza muy bien las características del ámbito cotidiano de trabajo en el consultorio. Dice "[El terapeuta] Está sometido a un tipo de aislamiento…. En mayor grado que al padre, al jefe o al funcionario público, se le escamotean los efectos rectificadores de una saludable relación de persona a persona…. El terapeuta no tienecon quien relacionarse. No es destinatario del afecto de su paciente; ese afecto se dirige, más allá de él, hacia el símbolo que él representa. Durante la mayor parte de su jornada de trabajo queda aislado. Por otra parte su propio afecto debe estar tan controlado como los golpes de un padre que boxea con su hijo de cuatro años. Su participación debe ser graduada según la tolerancia física yemocional del paciente en transferencia".
El terapeuta queda así en el incómodo lugar de estar en el medio de las presiones del macro y el micro-contexto
Qué es lo que nutre al terapeuta en su vida profesional?
Las matrices provistas por la familia de origen, la familia actual, y la comunidad socio-económico-cultural donde vive. La formación de grado y posgrado, los marcos teóricos, la propia...
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