El Vasa
Alta Dirección
Gestión de lo
Imperfecto:
el Vasa,
un ejemplo sueco
Por Javier Fernández Aguado. Socio Director. MindValue
6 · Manager
Introducción
Un poco de historia
En las diversas ocasiones en que el trabajo o
el ocio me han conducido a Estocolmo, he
procurado disfrutar siempre de dos de las
múltiples opciones que allí pueden elegirse:
las magníficas vistas que secontemplan
desde un barco cuando se sale navegando
desde la capital sueca, y el museo Vasa,
situado sobre la isla de Djurgården.
En los albores de la década de los veinte del
siglo XVII, Suecia se encontraba en guerra
con Polonia dentro del complejo conflicto
denominado posteriormente como Guerra de
los Treinta Años. Gustavo II Adolfo, rey de
Suecia por aquel entonces, llevaba varios
años en el trono. Suflota era claramente
inferior a la de sus adversarios. Pensaba el
monarca –y en esto no se equivocaba- que
para alcanzar la preponderancia a la que
aspiraba su país precisaba un control
absoluto del Báltico.
Lo visité por primera vez durante una reunión
profesional hace ya un lustro. Junto a mi
socio, José Aguilar, nos entretuvimos una
mañana entera en las diferentes salas de esa
impresionanteexposición. Concluimos que
era una buena muestra de lo que hacía ya
algunos años había venido a denominar
Gestión de lo Imperfecto, modelo de
diagnóstico y de definición estratégica que
desde hace una década he empleado con
equipos directivos de multitud de
organizaciones públicas y privadas en cuatro
Continentes.
En 1625, Gustavo Adolfo ordenó la
construcción de cuatro naves: dos de gran
tamaño-135 pies de eslora- y dos algo
menores: 108 pies. Vasen (El Vasa) y Tre
Kronor (Tres Coronas) serían los nombres de
los dos gigantescos buques. El primero de los
nombres responde a que el rey pertenecía la
dinastía de los Vasa. El escudo representaba
una gavilla –un ‘vase’-, y de ahí la
denominación del barco, y el escudo que en
él se grabó.
Entre las habilidades directivas del rey sueco
seencontraba sin duda la ambición, pero no
la prudencia ni el sentido común. Así, indicó
que deseaba contar con las dos naves más
poderosas y mejor dotadas que hubieran
nunca existido, e impuso no sólo las ideas
generales del proyecto, sino muchos detalles
para los que no contaba con suficiente
preparación...
La maquinaría se puso en marcha y –según
consta en crónicas de la época- se cortaron
mil roblespara construir el colosal navío. Tal
era la obsesión por la construcción bélica que
los preciados árboles fueron protegidos por
ley. Así decía la rígida normativa emitida:
“quien corte un roble será condenado la
primera vez a cuarenta marcos de multa; la
segunda, a ochenta; la tercera, a perder la
vida”.
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Alta Dirección
Interesante enseñanza inicial: organizacionesque supuestamente deberían haberse creado
para defender a la gente, pueden llegar a
convertirse en crueles, engolfadas por un
pensamiento grupal que lleva a preocuparse
únicamente por un supuesto, y muchas veces
etéreo, bien colectivo. Parecería propio sólo
de alocados pensadores comunistas o nazis,
pero no se limita a ellos el desvarío. Es algo
que se reproduce a lo largo de la historia,
tanto eninstituciones privadas como
públicas, incluso en organizaciones que
fueron creadas para distribuir servicios,
prometiendo lo mejor a quienes en ellas se
involucraran. La historia, una vez más, se
repite...
A partir de enero de 1626, los obreros
trabajaron a toda velocidad en Sörmland. Los
árboles se cortaron y trasladaron a
Skeppsgården (hoy Blasieholmen), lugar en el
que se encontraban lasfactorías.
Entre 1621 y 1625, el astillero de Estocolmo
estuvo dirigido por Antonius Monier; para la
dirección de la construcción fue contratado
el holandés Henrik Hybertsson. Henrik y su
hermano Arendt acabarían tomando el
control del astillero el 16 de enero de 1625.
Ellos recibieron el encargo de construcción de
los cuatro navíos.
En el siglo XVII no se empleaban planos de
construcción, sino...
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