Emmanuel kant
Cualquiera que sea el concepto que, en un plano metafísico, tengamos de la libertad de la voluntad, sus manifestaciones fenoménicas, las acciones humanas, se hallan determinadas, lo mismo que los demás fenómenos naturales, por las leyes generales de la naturaleza. La Historia, que se ocupa de la narración de estos fenómenos, noshace concebir la esperanza, a pesar de que las causas de los mismos pueden yacer profundamente ocultas, de que, si ella contempla el juego de la libertad humana en grande, podrá descubrir en él un curso regular.
No se imaginan los hombres en particular ni tampoco los mismos pueblos que, al perseguir cada cual su propósito, según su talento, y a menudo en mutua oposición, siguen insensiblemente,como hilo conductor, la intención de la Naturaleza, que ellos ignoran.
No hay otra salida para el filósofo, ya que no puede suponer la existencia de ningún propósito racional propio en los hombres y en todo su juego, que tratar de descubrir en este curso contradictorio de las cosas humanas alguna intención de la naturaleza.
Primer Principio: Todas las disposiciones naturales de una criatura estándestinadas a desarrollarse alguna vez de manera completa y adecuada. En la ciencia natural teleológica un órgano que no ha de ser empleado, una disposición que no ha de alcanzar su fin, representa una contradicción, porque si renunciamos a ese principio ya no nos encontramos con una naturaleza regular, sino con un juego arbitrario.
Segundo Principio: En los hombres aquellas disposiciones naturalesque se apuntan al uso de la razón, se deben desarrollar completamente en la especie y no en los individuos. La razón en una criatura significa aquella facultad de ampliar las reglas e intenciones del uso de todas sus fuerzas mucho más allá del instinto natural y no conoce límites a sus proyectos. Pero necesita de una serie incontable de generaciones que se transmitan una a otra sus conocimientospara que, por fin, el germen que lleva escondido nuestra especie llegue hasta aquella etapa de desarrollo que corresponda adecuadamente a su intención.
Tercer Principio: La naturaleza ha querido que el hombre logre completamente de sí mismo todo aquello que sobrepasa el ordenamiento mecánico de su existencia animal, y que no participe de ninguna otra felicidad o perfección que la que él mismo, libredel instinto, se procure por la propia razón. Porque la naturaleza nada hace en balde y no es pródiga en el empleo de los medios de sus fines. El hecho de haber dotado al hombre de razón y, así de la libertad de la voluntad que en ella se funda, era debido a que él no debía ser dirigido por el instinto ni tampoco cuidado e instruido por conocimientos venidos de fuera, sino que tendría todo de símismo.
Parece que a la naturaleza no le interesaba que el hombre viviera bien; sino que se desenvolviera a tal grado que, por su comportamiento, fuera digno de la vida y del bienestar.
Cuarto Principio: El medio por el que se sirve la naturaleza para lograr el desarrollo de todas sus disposiciones es el ANTAGONISMO de las mismas en sociedad, en la medida en que ese antagonismo se convierte a lapostre de un orden legal de aquellas. El hombre tiene una inclinación a entrar en sociedad porque en tal estado siente el desarrollo de sus disposiciones naturales. Pero tiene una gran tendencia a aislarse; porque tropieza en sí mismo con la cualidad insocial que le lleva a querer disponer de todo según le place y espera.
Quinto Principio: El problema mayor del género humano, a cuya solución leconstriñe la naturaleza, consiste en llegar a una SOCIEDAD CIVL que administre el derecho en general. Una sociedad en que se encuentre unida la máxima libertad bajo leyes exteriores con el poder irresistible, es decir, una constitución civil perfectamente justa, constituye la tarea suprema que la naturaleza ha asignado a la humana especie; porque ella no puede alcanzar el logro de sus otras...
Regístrate para leer el documento completo.