¿Es Posible Otra Lectura Del Libro De Job?
El presente trabajo plantea la posibilidad de hacer una lectura del libro de Job distinta de la que se viene haciendo por parte de casi la totalidad de los comentaristas. Naturalmente, no pretende más que exponer una idea, nacida de la lectura y el comentario del texto que hemos venido realizando a lo largo del presente curso, y está sujeta,naturalmente, al análisis y la verificación posteriores.
1. La lectura tradicional: El Job paciente
La comprensión del libro de Job se viene realizando tradicionalmente desde el punto de partida de la afirmación de la inocencia de Job. Tomando como clave de lectura el prólogo histórico del libro, Job es un hombre “justo y honrado, religioso y apartado del mal” (1,1), que incluso ofrecía holocaustos conel objeto de purificar a sus hijos de pecados sólo posibles (1,5). Queda claro también, desde el principio del libro, que los males que sobrevienen a Job, la pérdida de sus hijos, de sus posesiones y de su salud, no constituyen un castigo por parte de Dios, tal como afirmaba la doctrina tradicional de la retribución. De manera dramatizada, el autor señala que, en el caso de Job, todos sus malesprovienen del Satán, el “adversario” que quiere convencer a Dios de que la religiosidad de Job es únicamente interesada. Satán obtiene para ello del mismo Dios el permiso de dañar a Job, primero en sus bienes (1,12) y después en su cuerpo (2,4-6). El texto se encarga de recalcar que Job, reducido a la miseria y enfermo de “lepra”, la terrible enfermedad que privaba de la pertenencia social y delas relaciones humanas, “no pecó con sus labios” (2,10). Al final del libro, en el Epílogo (42,7-17), Dios reconocerá la “justicia” de Job y lo bendecirá “más abundantemente aún que en los años anteriores” (42,12ss).
Según este esquema, que pasa por alto el contenido de los diálogos que forman el cuerpo del libro, se estaría reflejando la doctrina más dura de la retribución. Como Job ha sidorealmente justo, antes y durante su enfermedad, Dios “no tiene más remedio” que justificar a Job y premiarlo devolviéndole la salud y otorgándole nuevos bienes. Sin embargo, tanto el prólogo como el epílogo no tienen en nuestro libro consistencia por sí mismos, sino que constituyen el marco que da sentido y en el que debe entenderse toda la argumentación dialéctica presentada en los diálogos mantenidosentre Job y sus amigos (caps. 3-27[28]), y en el diálogo entre Job y Dios (caps. 29-41), con la interrupción que supone el monólogo de Elihú (caps. 32-37), considerado comúnmente como una interpolación posterior.
En las tres rondas de discursos que componen el gran poema central (3-11, 12-20 y 21-27), es Job quien toma en primer lugar la palabra para proclamar su inocencia, y sus tres amigos,Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Sofar de Naamat, intervienen sucesivamente para argumentar en defensa de la justicia de Dios, aunque para ello tengan que acusar a su amigo de injusticia. Ante cada una de las intervenciones de sus amigos, Job vuelve a intervenir para insistir ante ellos que su vida ha sido plenamente justa, e interpelando continuamente al propio Dios para que haga valer su justiciahaciendo pública la de Job. Los amigos se esfuerzan una y otra vez, y empleando distintos argumentos, por dejar sentada la justicia de Dios, tal como era concebida tradicionalmente: como una retribución de los actos humanos, buenos o malos, teniendo en cuenta que, para Israel (aunque no necesariamente para el personaje, que no es un israelita), el criterio de la bondad o maldad de tales actossiempre era su acomodación a la Torah. En las tres rondas de conversaciones, el diálogo se presenta así como cíclico: no se produce en realidad un avance, sino que únicamente se van introduciendo de manera sucesiva nuevos argumentos que no hacen más que reforzar las posturas de cada uno de los intervinientes, y se termina el cap. 27 sin que el lector haya podido superar la aporía en la que el...
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