Espiritualidad De Los Ministros Extraordinarios De La Sagrada Comunión
Una espiritualidad laical auténtica no puede ser sino una espiritualidad eucarística. En efecto, todos los acontecimientos importantes de nuestra vida y de nuestra historia los celebramos festivamente, sobre todo los más significativos. Esto, que es una necesidad intrínseca a la naturaleza humana, forma también parte de la vidacristiana y aflora en el acontecimiento máximo: la celebración eucarística.
El tema de la formación y espiritualidad es para todos los fieles cristianos. A todos se nos pide que profundicemos y asuman una auténtica espiritualidad cristiana. “En efecto, espiritualidad es un estilo o forma de vivir según las exigencias cristianas, la cual es “la vida en Cristo” y “en el Espíritu”, que se acepta porla fe, se expresa por el amor y, en esperanza, es conducida a la vida dentro de la comunidad eclesial”. En este sentido, por espiritualidad, que es la meta a la que conduce la conversión, se entiende no “una parte de la vida, sino la vida toda guiada por el Espíritu Santo”. Entre los elementos de espiritualidad que todo cristiano tiene que hacer suyos sobresale la oración. Ésta lo “conducirá poco apoco a adquirir una mirada contemplativa de la realidad, que le permitirá reconocer a Dios siempre y en todas las cosas; contemplarlo en todas las personas; buscar su voluntad en los acontecimientos”[1].
La oración tanto personal como litúrgica es un deber de todo cristiano. “Jesucristo, evangelio del Padre, nos advierte que sin Él no podemos hacer nada” (cf. Jn 15, 5). Él mismo en los momentosdecisivos de su vida, antes de actuar, se retiraba a un lugar solitario para entregarse a la oración y la contemplación, y pidió a los Apóstoles que hicieran lo mismo”. A sus discípulos, sin excepción, el Señor recuerda: “Entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto” (Mt 6, 6). Esta vida intensa de oración debe adaptarse a la capacidad ycondición de cada cristiano, de modo que en las diversas situaciones de su vida pueda volver siempre “a la fuente de su encuentro con Jesucristo para beber el único Espíritu (1 Co 12, 13)”. En este sentido, la dimensión contemplativa no es un privilegio de unos cuantos en la Iglesia; al contrario, en las parroquias, en las comunidades y en los movimientos se ha de promover una espiritualidad abierta yorientada a la contemplación de las verdades fundamentales de la fe: los misterios de la Trinidad, de la Encarnación del Verbo, de la Redención de los hombres, y las otras grandes obras salvíficas de Dios[2].
La espiritualidad cristiana se alimenta ante todo de una vida sacramental asidua, por ser los Sacramentos raíz y fuente inagotable de la gracia de Dios, necesaria para sostener al creyente ensu peregrinación terrena. Esta vida ha de estar integrada con los valores de su piedad popular, los cuales a su vez se verán enriquecidos por la práctica sacramental, y libres del peligro de degenerar en mera rutina. Por otra parte, la espiritualidad no se contrapone a la dimensión social del compromiso cristiano. Al contrario, el creyente, a través de un camino de oración, se hace más conscientede las exigencias del Evangelio y de sus obligaciones con los hermanos, alcanzando la fuerza de la gracia indispensable para perseverar en el bien. Para madurar espiritualmente, el cristiano debe recurrir al consejo de los ministros sagrados o de otras personas expertas en este campo mediante la dirección espiritual, práctica tradicionalmente presente en la Iglesia[3].
1. Perfil del ministroextraordinario de la Sagrada Comunión
* Creyente laico/a adulto, muy humano en el trato cotidiano con todas personas, de vida familiar ejemplar, bien aceptado en la comunidad local.
* Optimista, paciente, lleno de alegría, discreto, sigiloso, misericordioso, buen samaritano.
* Gran vocación altruista de servicio hacia quien sufre.
* Con tiempo disponible, sin excesos en los...
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