Fedro o del Amor
Todo comienza cuando Sócrates y Platón están hablando, Fedro está hablando sobre lo que ha hecho durante el día, y de allí surge el tema de Lisias, quien antes ya había hablado con Fedro, Sócrates quiere que este le cuente sobre el diálogo que llevaron a cabo, el cuál trataba sobre el amor. Sócrates quería escuchar todo, así que fueron a un lugar dónde estuvieranrelajados, y comenzaron a hablar ya que Fedro llevaba el discurso sobre el amor, Sócrates ya estaba desesperado, y según lo que se cuenta sobre el amor es:
Los amantes desde el momento en que se ven satisfechos, se arrepienten de todo lo que han hecho por el objeto de su pasión, pero los que no tienen amor no tienen jamás de qué arrepentirse, porque no es la fuerza de la pasión lo que les ha movido ahacer su amigo todo el bien que ha podido, sino que han obrado libremente sintiendo que servían así a sus mas caros intereses.
Los amantes consideran el daño causado por un amor a sus negocios, alegan sus liberalidades traen a cuenta las penalidades que han sufrido y después de tiempo creen haber dado pruebas positivas de su reconocimiento de su objeto amado.
Los que no están enamorados nopueden ni alegrar los negocios, que han abandonado, ni citar las penalidades sufridas, ya que no lo han llegado a conocer, y solo les resta aprovechar con decisión cuantas ocasiones se presentan de complacer a su amigo.
Se alegrará quizá a favor del amante, que su amor es vivo que una amistad ordinaria, que está siempre dispuesto a decir todo lo que es agradable para la persona que ama, yarrostrar por ella el odio de todos. Los mismos amantes confiesan que su espíritu está enfermo y carecen de buen sentido.
Además en una multitud de amantes se quiere conceder la preferencia al más digno, no se podría escoger en un pequeño número, pero si se busca en una multitud se encontrará a alguien que merezca nuestros favores.
Si se teme a la opinión pública, hay que tomar en cuenta que siqueremos que alguien envidie nuestra suerte, aquel que es dueño de sí mismo preferirá la seguridad de su amistad al placer de alabarse de ella.
Y sui en cambio se piensa que las amistades son rara vez durables y que un rompimiento que siempre es una desgracia para ambos será funesto, si es así el amante se le debe temer, ya que él te cizañará con todo el mundo para acabar en soledad y en unrompimiento.
El que no está enamorado y que debe a la estimación que inspiran sus virtudes a los favores que desea, no se cela de los que se acaezcan al ser amado al contrario se molestan cuando alguien evade al ser amado puesto que no ve sus virtudes.
La mayor parte de los amantes se enamoran de la belleza del cuerpo antes de conocer la disposición del alma y de haber experimentado el carácter,los que no se ven arrastrados por el amor y están ligados por la amistad antes de obtener favores no podrán ver en estas complacencias un motivo de enfriamiento, sino más bien un gaje de nuevos favores para lo sucesivo.
Cuando un amante alaba todas tus palabras y todas tus acciones sin curarse de la verdad ni de la bondad de ellas, ya por temor de disgustarte, porque tales son lasilusiones del amor, el amor desgraciado se aflige, pero cuando el amor es dichoso todo le parece encantador, hasta las cosas más indiferentes.
El amor es mucho menos digno de envidia que de compasión.
Los amantes están expuestos a los consejos severos de sus amigos, que rechazan pasión tan funesta, nadie es reprensible por no ser amante, ni se le acusa de imprudente por no serlo.
Para terminar estediscurso Fedro le dice a Sócrates que es preciso que una relación, lejos de dañarnos, nos sea a ambos útil.
Hablando del discurso, hay algo que le dice Fedro a Sócrates: “Lo más admirable del discurso de Lisias es que consiste en decir precisamente todo lo que la materia le permite; de manera que sobre lo mismo no es posible hablar, ni con más afluencia, ni con mayor exactitud. A lo cuál...
Regístrate para leer el documento completo.