ffff
La ciencia parece estar hecha de fulgurantes descubrimientos y prodigiosas revoluciones, de brillantes personajes que trabajan en busca del bien común, el avance de la humanidad y todas esas cosas. Pero también es posible contar otra historia de la ciencia si rastreamos las batallas, los pleitos y las disputas que frecuentemente entre los científicos, como bien lo sabíael biólogo británico Thomas H. Huxley (a quien no era gratuito que se le conociera como el bulldog de Darwin) cuando afirmo “que la ciencia es una larga lucha contra el principio de autoridad”.
Pero esa no es la pelea favorita de los científicos. Ni siquiera la única, todo lo contrario. Para ellos, las controversias son el pan de cada día. Se ha señalado ya que “los científicos son trabajadoresque, como cualquier otro laburante, se inscriben en un espacio de relaciones sociales en donde existen jerarquías, grupos, conflictos, solidaridad, luchas, traiciones, amores y odios”.
En efecto, ocurre que, aunque no lo parezca en el primer vistazo, la lucha libre y la ciencia tienen más elementos comunes de los que podríamos imaginar. Cada uno con sus espectáculos y rituales, con sus máscaras yvestuarios, con sus dilatadas rivalidades entre la mayoría de sus protagonistas, afanados buscadores de la fama, hacedores de mitos y leyendas, ya se trate de campeones de primerísimo nivel, temerarios retadores a la corona o efímeros luchadores que se pierden en las brumas del olvido después de la derrota.
Los protagonistas de la lucha libre se dividen en dos grandes bandos, a saber: rudos, esdecir aquellos que se valen de todo tipo de tramposas artimañas, y técnicos, esos metódicos y cuidadosos con el reglamento, a quienes no por casualidad, el respetable publico conoce como científicos. Rudos y técnicos escalan por igual lo más alto de las cuerdas que definen el cuadrilátero y se lanzan encima del enemigo aprovechando la fuerza de gravedad y la aceleración constante de la caída de loscuerpos.
De espectáculos y rituales
En el encordado se disputa la máscara contra la cabellera a tres caídas sin límite de tiempo. Se vive del júbilo y del dolor, y los contrincantes son impulsados por anónimos vítores o por personajes con nombre y apellido, igual o más celebres que los propios luchadores.
Una afición tan emocionada y delirante, tan fiel y obsesiva como los cientos de milesseguidores de los más famosos científicos de laboratorio o de pizarra: Galileo Galilei, Charles Darwin, Antoine de Lavoisier, Louis Pasteur, Marie Curie, Albert Einstein, adorados por fanáticos que añoran la presencia de sus héroes, idolatran su figura y persiguen los rastros de su vida.
Por ejemplo, en los museos científicos de la ciudad de Londres se muestran las primeras máquinas de vaporelaboradas por James Watt como si se tratara de los objetos más preciados del mundo, y uno de los principales despachos de la Royal Society está presidido por un escritorio que despierta sentimientos de admiración y envidia, porque perteneció a Michael Faraday.
La búsqueda de consenso: las broncas, los pleitos y peleas.
Como ya han reconocido filósofos, sociólogos e historiadores, la ciencia esalgo así como un gran edifico colectivo. Una actividad acumulativa en donde la negociación y el consenso son ingredientes fundamentales. El fisiólogo e historiador de la ciencia Ruy Pérez Tamayo apunta que, en 1921, Norman Robert Campbell la definió como sigue: “es el estudio de las proporciones sobre las que puede alcanzarse el consenso universal”, y que algunas décadas más tarde otro físico, JohnZiman, revitalizo aquella definición agregando el siguiente comentario: “el objetivo de la ciencia no es solamente adquirir información o emitir conceptos no contradictorios; su meta es el consenso de la opinión racional en el campo más amplio posible.
Primera lucha: “los segundos inventores no tienen derechos”. Gottfried Wilhelm Leibniz vs Isaac Newton en la disputa por la invención del cálculo...
Regístrate para leer el documento completo.