Friedrich katz. el papel del terror en la revolución rusa y en la revolución mexicana.
en la revolución rusa y en la revolución mexicana*
Friedrich Katz
La literatura sobre la revolución mexicana es quizá una de las más abundantes dentro de la historiografía sobre México, pero son pocos los trabajos que han intentado compararla con las otras grandes revoluciones sociales de la era moderna.1 Aunque las diferencias entre éstas durante el siglo XX hayan sidograndes, la mayoría tiene características comunes. Una de ellas, por ejemplo, es que pueden dividirse en dos grandes etapas. La primera podría llamarse “la revolución desde abajo”, que incluye tanto el derrocamiento del antiguo Estado como una guerra civil entre las diversas facciones revolucionarias. En febrero de 1917, el zar de Rusia fue derrocado, y después de la revolución bolchevique deoctubre empezó una sangrienta guerra civil, primero entre los bolcheviques y las fuerzas del viejo régimen, y después entre los bolcheviques y otras facciones revolucionarias –como los mencheviques y los social revolucionarios–. En México, se produjeron primero la revolución maderista y la revolución contra Huerta –que unió a todos los revolucionarios–. Luego vino la guerra civil entre las faccionesmás radicales de la Convención y los carrancistas más conservadores.2
* Agradecemos al Instituto de Cultura del D.F. el permiso de publicar esta contribución, que va a formar parte de un volumen de próxima edición: “Las Revoluciones del Siglo XX”, editado por la Secretaría de Cultura del D.F. 1 Tres notables excepciones son los trabajos de Alan Knight, “Social Revolution: a Latin AmericanPerspective”, Bulletin of Latin American Research, 9/2, 1990, pp. 175-202; el de Stephen Walt, Revolution and War, Ithaca, Cornell University Press, 1996; y el de John Hart, El México Revolucionario: gestación y proceso de la Revolución Mexicana, (traducción de Manuel Arbolí, prólogo de Carlos Fuentes), México, Alianza, 1991. 2 Otros análisis de los procesos que implican las revoluciones sociales son:Samuel P. Huntington, El orden político en las sociedades en cambio, Buenos Aires, Paidós, 1990; Charles Tilly, Las revoluciones europeas, Bar-
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En ambos casos, una vez bien consolidado el régimen surgido de la “revolución desde abajo”, comenzó una segunda etapa que podría llamarse “revolución desde arriba”, que transformó profundamente a la sociedad. En la Unión Soviética esta transformacióndesde arriba tuvo lugar bajo Stalin y cambió completamente la estructura del campo, de la ciudad, del país y de las relaciones socio-políticas. En México, la “revolución desde arriba” –que tuvo lugar bajo la presidencia de Lázaro Cárdenas– trajo las más profundas transformaciones sociales que México haya conocido. Lo que más impresiona –y lo que primero me indujo a pensar en esta comparación– esuna profunda diferencia entre estas dos “revoluciones desde arriba” que le dieron una cara distinta a la entonces Unión Soviética y a México durante los años treinta. La revolución estaliniana se llevó a cabo en un ambiente de terror, con millones de víctimas. No se toleró ningún tipo de oposición. Stalin, el dirigente revolucionario, se convirtió en un semidiós, que se mantuvo en el poder hasta sumuerte, con autoridad ilimitada. Algo similar ocurrió en China con la revolución cultural y el poder de Mao, aunque sería demasiado complicado incluir a China en esta comparación.3 En México también tuvo lugar una “revolución inspirada desde arriba” –aunque con mucho apoyo de “abajo”–, pero en donde el dirigente (Lázaro Cárdenas) sólo estuvo en el poder por seis años (1934-1940). Las más grandestransformaciones en la historia de México desde los inicios del siglo XX tuvieron lugar en ese sexenio: la profunda reforma agraria que transformó el campo; la expropiación petrolera que limitó el poder de las compañías privadas extranjeras; las reformas educativas y laborales.4 Pero mucho más sorprendente, en contraste con la URSS y con China, es que la época cardenista fue la menos violenta...
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