Grecia en estudio
Estamos consternados por el hecho de que sistemáticamente la clase política europea se haya quedado detrás de los acontecimientos permitiendo que los dirijan los volátiles estados de ánimo de los mercados,los políticos populistas y unos medios de comunicación que demasiado a menudo exhiben una ignorancia radical acerca de estos asuntos. Esto supone que la resolución de la crisis va a acrecentar su coste y a elevar sus riesgos
La catástrofe fiscal griega tiene cuatro causas:
Primera: El estado griego presenta una debilidad histórica, en particular en cuanto a su incapacidad para recaudarfondos, en proporción a su PIB, de una manera homologable con el resto de sus vecinos europeos, además de falsificar injustificablemente sus estadísticas.
Segunda: La competitividad relativa de Grecia no ha dejado de empeorar, especialmente dentro del marco de la zona euro, como se refleja en un sostenido deficit comercial resultado del aumento por encima de la media de los costes laborales y de losprecios, y de una dinámica de mayor crecimiento económico.
Tercera: la crisis económica, que debido al obsoleto sistema bancario griego actuó como la típica puntilla externa, ha hecho estragos en las finanzas públicas, al igual que en otros países.
Cuarta y última, pero no menos importante: la carga del coste de los intereses ha aumentado de manera trágica, en un proceso en el que laslegítimas inquietudes sobre la sostenibilidad del sistema fiscal se combinaron con la especulación y la desinformación para aumentar dramáticamente la tasa de interés de los nuevos bonos del estado griego.
Solamente la primera de estas razones reclamaría de los griegos la aceptación por su parte sin ambages del calvario de un plan de austeridad. Todas las demás tienen una fuerte dimensión europea yreclaman soluciones europeas. En particular la pérdida de competitividad de Grecia (y de otros países como España e Irlanda) es la función inversa de un incremento en la competitividad relativa de otros, notablemente Alemania, Austria y Holanda. Estos últimos países no podrían haber aumentado sus exportaciones sin una expansión mayor de la demanda en aquel otro grupo de países, que, y a menudo seolvida, fueron responsables de mucho del crecimiento de la producción y del empleo en los últimos años, mientras que el crecimiento de la demanda y de la producción en los países con superávit era menor. El problema es simétrico y lo solución lo tiene que ser también.
Porque Grecia no se ha quedado rezagada, como a menudo se dice o se sugiere, en cuanto al aumento de la productividad. Por elcontrario la productividad laboral en Grecia creció más del doble que en Alemania durante los diez primeros años del euro desde 1999. Ni los frecuentes retratos de la pereza griega pintados por los medios aguantan un escrutinio serio. La media de horas trabajadas por año es la más alta de Europa (y cientos de horas más al año que Alemania). El problema ha radicado en los salarios y los precios.Debido a fuertes diferencias en el establecimiento de los salarios, el coste laboral griego aumentó mas del 30% desde el principio de la unión monetaria europea, siendo el incremento en Italia, España, Portugal e Irlanda incluso mayor, mientras que en Alemania soló subió un 8%. Las prácticas monopolistas de establecimiento de precios son a este respecto críticas, al permitir a las grandes firmas...
Regístrate para leer el documento completo.