hayeck
Por Friedrich A. Hayek
En Los Premios Nobel de Economía 1969-1977. Lecturas 25 Prólogo de Gustavo Romero Kolbeck. Banco de México, S. A.
Fondo de Cultura Económica. México. pp. 245-258. Conferencia en homenaje de Alfred Nobel, pronunciada el 11 de diciembre
de 1974.
La ocasión particular de esta conferencia, combinada con el principal problema
práctico queafrontan hoy los economistas, ha vuelto casi inevitable la selección
de este tema. Por una parte, el establecimiento aún reciente del Premio Nobel
en Economía marca un punto importante del proceso por el cual, en la opinión
pública, la economía ha recibido la dignidad y el prestigio de las ciencias físicas.
Por la otra, se está pidiendo ahora a los economistas que expliquen cómo el
mundo librepodrá librarse de la grave amenaza de la inflación acelerada, una
amenaza creada -debemos admitirlo- por las políticas recomendadas y aun
aconsejadas a los gobiernos por la mayoría de los economistas. En efecto,
tenemos escasas razones para sentirnos orgullosos: como profesionales hemos
enredado las cosas.
Me parece que esta incapacidad de los economistas para guiar la política
económicacon mayor fortuna se liga estrechamente a su inclinación a limitar en
la mayor medida posible los procedimientos de las ciencias físicas que han
alcanzado éxitos tan brillantes, un intento que en nuestro campo puede conducir
directamente al fracaso. Es este un enfoque que se ha descrito como la actitud
"científica" y que en realidad, como lo definí hace cerca de treinta años, "es
decididamenteanticientífica en el verdadero sentido del término, ya que implica
una aplicación mecánica y nada crítica de hábitos de pensamiento a campos
distintos de aquellos en que tales hábitos se han formado". Ahora quiero
empezar por explicar cómo algunos de los errores más graves de la política
económica reciente son una consecuencia directa de este error científico.
La teoría que ha venido guiandola política monetaria y financiera durante los
últimos treinta años, y que en mi opinión proviene en gran medida de esa
concepción errónea del procedimiento científicamente adecuado, consiste en la
afirmación de que existe una correlación positiva simple entre el empleo total y la
magnitud de la demanda agregada de bienes y servicios; ello conduce a la
creencia de que podemos asegurarpermanentemente el empleo pleno
manteniendo a un nivel adecuado el gasto monetario total. Entre las diversas
teorías propuestas para explicar el gran nivel de desempleo esta es
probablemente la única a cuyo favor pueden aducirse fuertes pruebas
cuantitativas. Sin embargo, yo considero esta teoría fundamentalmente falsa, y
creo muy peligrosa la actuación basada en ella, como ahora ocurre.
Esto melleva a la cuestión fundamental. Al revés de lo que ocurre en las
ciencias físicas, en la economía y otras disciplinas que se ocupan esencialmente
de fenómenos complejos, los aspectos de los hechos que deben explicarse,
acerca de los cuales podemos obtener datos cuantitativos son necesariamente
limitados y pueden no incluir los más importantes. Mientras en las ciencias
físicas se suponegeneralmente, quizá con razón, que todo factor importante que
determina los hechos observados podrá ser directamente observable y medible,
en el estudio de fenómenos tan complejos como el mercado, que depende de
las acciones de muchos individuos, es muy improbable que puedan conocerse o
medirse por completo todas las circunstancias que determinarán el resultado de
un proceso, por razones queexplicaré más tarde. y mientras que en las ciencias
físicas el investigador podrá medir lo que considera importante de acuerdo con
una teoría previa, en las ciencias sociales se trata a menudo como importante lo
que resulte ser accesible a la medición. Esto se lleva en ocasiones hasta el
punto de que se exija que nuestras teorías se formulen en términos tales que se
refieran sólo a magnitudes...
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