Hiroshima
Escuela de Periodismo Carlos Septién García
Profesor: Ignacio Rodríguez
HIROSHIMA, BUEN PERIODISMO SIN CADUCIDAD
La velocidad de la destrucción rompió cualquiercapacidad de reflexión de las 300 mil personas que vivían en Hiroshima el día que la bomba, llamada Little Boy, detonó sobre la ciudad. Era la primera explosión atómica contra una población civil, unevento al que sobrevivieron cerca de 80 mil personas con igual número de historias de lo que vivieron esa mañana del 6 de agosto de 1945.
El inicio del fin de la Segunda Guerra Mundial ha sidoabordado a lo largo de los 66 años desde diversas disciplinas. La historia, la economía y la ciencia analizaron las causas y los efectos de la detonación de la bomba nuclear.
Sin embargo, los milesde muertos y heridos así como la destrucción de la ciudad, son elementos difíciles de asir por la magnitud de la tragedia. Citando a Stalin, “un muerto es una tragedia, cientos es una estadística”Bajo esta reflexión inicial, el reportaje Hiroshima de John Hersey invita a reflexionar sobre dos ejes: la labor del periodismo en la memoria histórica y el papel de la literatura en el periodismo.Desde la mañana del 6 de agosto de 1945, el presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, comenzó a escribir la historia de la era nuclear al emitir un mensaje radiofónico en el que explicaba yjustificaba el bombardeo de la población civil de la ciudad de Hiroshima. Esta primera versión señalaba que el objetivo había sido elegido con una lógica militar por la cercanía de una base japonesa;asimismo, advirtió el poder de desastre de este descubrimiento militar que sólo Estados Unidos podía apropiarse.
Los acontecimientos seguirían dando forma a la historia. Pero el periodismo escritoy gráfico serían los motores que transformarían la estadística en tragedia con nombres y apelllidos.
Es la narración de Hersey sobre la experiencia de Toshiko Sasaki, Kiyoshi Tanimoto, Hatsuyo...
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