Historia de la Mùsica
Momento de organización y lucha, de sacrificio y esfuerzo para poder dominar un territorio difícil. La ciudad porteña -así se la llama por estos lares a la capital argentina- comenzaba a crecer lentamente; cuatrocientas casas de barro y techos de cañas, un pequeño fuerte, la catedral, el colegio jesuita, los conventos de los dominicos,recoletos y mercedarios, y un hospital. Unos mil habitantes -hacia 1620, año en el que Claudio Monteverdi deslumbraba desde San Marcos, en Venecia- completaban el panorama; nada más.
En un ámbito así, la música se constituía en un pasatiempo favorito. En general, no podemos hablar de la existencia de músicos de alto rango pero sí de aficionados voluntariosos y, en más de un caso, competentes. Lasmisiones estaban cumpliendo con su obra y en Buenos Aires era importante la actividad musical que se producía en la catedral. Los centros de educación para el aprendizaje de la música estaban ubicados alrededor de las comunas religiosas y también existían algunos casos aislados de músicos profesionales -o no tanto- que se dedicaban a la enseñanza particular o personalizada.
Dentro del espectromusical porteño durante el siglo XVII, la figura sobresaliente fue el organista Juan Vizcaíno de Agüero, músico criollo nacido en el Tucumán quizá en 1606, descendiente directo de los conquistadores de esa zona. Después de tomar los hábitos menores y estudiar -entre otras disciplinas- música, ingresó en la catedral de Buenos Aires como organista y maestro de coro cumpliendo una labor que fue muydestacada por todos. Dedicado a la enseñanza, dejó buenos discípulos, entre ellos Juan Cáceres y Ulloa -nacido en Buenos Aires-, un muy buen músico que sucedió a su maestro en los destinos musicales de la catedral.
También merece especial mención Pedro Carranza, quien no sólo fue el primer obispo de Buenos Aires sino que, además, hizo instalar en 1622 el órgano en la catedral, hecho trascendenteque permitió formar instrumentistas y cantantes.
Hacia fines del siglo XVII se podían comprobar en Buenos Aires los primeros frutos de las enseñanzas musicales en la misiones jesuitas: una orquesta y un coro integrados por esclavos de raza negra se escuchaban con frecuencia en el Colegio de los Jesuitas en Buenos Aires; aquellos negritos retornaban a la ciudad para desarrollar su trabajoespecífico de cantantes e instrumentistas, tanto en las ceremonias religiosas como en los momentos de entretenimiento -con danza incluída-, e impartir ellos mismos la enseñanza a sus pares.
Simultáneamente existía una actividad musical propia de la clase aristocrática y de la gente del pueblo; en las casas de familia se realizaban reuniones que servían para la distracción y la calle misma muchas vecesera foco de difusión del arte musical. Y detrás de todo ese movimiento siempre había algún maestro de música impartiendo sus enseñanzas, las que eran debidamente aprovechadas por todos.
Mientras tanto, las ciudades y pueblos del interior del país iban conformando su propio esquema mediante un desarrollo pausado y progresivo. Tal como ocurría en Buenos Aires, la música estaba siempre presente y,al margen de los jesuitas, había todo un surgimiento importante que se movilizaba en torno a las catedrales, colegios y universidades.
Importante fue la actividad realizada en torno a la catedral de la provincia de Santiago del Estero, lugar que contaba con un órgano instalado en 1585. En la primera mitad del siglo XVII se formó allí el músico Cosme del Campo -también sacerdote e historiador-,santiagueño y descendiente al igual que Vizcaíno de Agüero de aquellos conquistadores de la zona del Tucumán. Del Campo fue cantante e instrumentista y trabajó intensamente en la catedral de Santiago hasta su muerte, ocurrida en 1660.
Otro centro de trascendencia fue la provincia de Córdoba, sitio que presentó rasgos muy particulares. Fue la ciudad intelectual por excelencia durante el...
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