hola
Por Antonio Millán Puelles *
La voz española «ética» proviene del vocablo griego éthos en la acepción que equivale a la que tiene la palabra «costumbre». Lo que con este término se significa es una especie de «naturaleza adquirida» o «segunda naturaleza». Las costumbres se adquieren, no son innatas; pero, una vez que arraigan y logran consolidarse, funcionan como sifuesen unas inclinaciones naturales, ya que, a su modo y manera, son principios de acción, energías que orientan la capacidad operativa del sujeto que las posee.
Hay también en la lengua griega otro vocablo, éthos, que se usa en bastantes ocasiones en el sentido de la inclinación estrictamente innata o natural. Y en latín la palabra mos tiene unas veces el significado de la «inclinacióninnata» y otras veces el de la «inclinación adquirida» o la «costumbre». Así, pues, tanto el origen griego de la palabra «ética» como el latino de la voz «moral», aunque deben tenerse en cuenta para fijar el concepto de ese especial saber que se designa con los términos mencionados, no bastarán para determinarlo exactamente. El establecimiento del sentido de la ética filosófica o filosofía moralrequiere hacer otra clase de consideraciones que vayan directamente al fondo de la cuestión.
Según el modo en que de hecho la han constituido sus más eminentes tratadistas, la ética filosófica o filosofía moral es un saber que presupone en el hombre la existencia de una cierta naturaleza primordial, es decir, de una forma innata de ser y de comportarse (véase « Naturaleza»), que no añade nada alpuro hecho de consistir en un hombre (un animal dotado de poder intelectivo y volitivo: véanse «Entendimiento humano» y «Voluntad humana»). Esa naturaleza primordial o fundamental del ser humano permite que en éste lleguen a formarse unas segundas naturalezas, las costumbres, engendradas por la repetición de ciertos actos libremente ejercidos. Ya en virtud de su propia naturaleza innata oprimordial, el hombre cuenta con una libertad de albedrío que es enteramente natural en la acepción más rigurosa o estricta, dado que ningún hombre la posee por habérsela dado él a sí mismo (véase «Libertad humana»). La libertad que el hombre se puede dar a sí mismo ‑lo que se llama la «libertad moral», como distinta de la libertad natural‑ es una situación, relativamente estable o consolidada, que seañade a esa libertad con la que nace. Se trata de una nueva libertad, que consiste en el dominio o señorío sobre la fuerza de las pasiones humanas. Ahora bien, esta libertad no se conquista con un único acto, sino que exige la reiteración de los actos de sobreponerse a las pasiones, dirigiéndolas y encauzándolas, hasta que surge el hábito correspondiente, es decir, la costumbre de comportarse comodueños de las pasiones y no como esclavos de ellas. Únicamente así es la libertad moral una situación relativamente estable o consolidada, y no un mero episodio aislado o un puro gesto ocasional de señorío.
La ética filosófica supone en el ser humano la libertad natural, pero su tema consiste en la libertad moral. Es, por ende, y según su etimología, una filosofía de las costumbres, en tantoque la libertad moral requiere, para ser un status y no un incidente suelto, que se den en el ser humano unos hábitos operativos de dominio sobre sus propias pasiones, o sea, lo que se conoce con el nombre de «virtudes morales» (véase «Cualidad»). Lógicamente, la ética filosófica tiene también en cuenta las costumbres contrarias a las virtudes morales o, dicho con otros términos, los «vicios», queconstituyen la situación opuesta a la libertad moral, y precisamente en la medida en que se oponen a ella.
Además de constituir un cierto objeto de especulación o teoría, la libertad moral es un objetivo, algo que cabe intentar y cuyo logro responde a unas normas o directrices. El hecho de que el objeto de la ética filosófica presuponga en el ser humano una libertad natural y consista,...
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