IGNACIO DE VEINTIMILLA
Biografía
Marieta nació el 8 de septiembre de 1858 a bordo de un barco que se acercaba al puerto de Guayaquil por el Golfo homónimo, trayendo de regreso a sus padres que habían vivido un tiempo en Perú.[2] [3] Hija del Gral. José de Veintemilla Villacís y la cantante Marieta Marconi Ferretti (italiana),[3] estaba emparentada con las familias más acomodadas del puerto ytambién algunas de la capital. Su madre murió cuando ella tenía cuatro años de edad, viéndose su padre imposibilitado de brindarle el tiempo necesario para su educación debido a su carrera militar, la envió a un prestigioso internado de la ciudad de Quito llamado "Sagrados Corazones", donde Marieta aprendió a leer, escribir y algunas labores propias de las señoritas de sociedad.[3] [2] A pesar delas vicisitudes económicas que atravesaba su padre, Marieta accedió a una beca del gobierno gracias a la intervención de Rosa Ascázubi Matheu, emparentada con los Veintimilla y que era esposa del presidente García Moreno.[2]
En 1869 quedó huérfana de padre, debido a que este fue fusilado por órdenes del presidente Gabriel García Moreno tras una insurrección en su contra;[3] su hermano menor JoséIgnacio debió huir del país, perseguido por el ejército con órdenes de también darle muerte a pesar de ser solo un niño.[2] Entonces su tío, Ignacio de Veintimilla, se hizo cargo de ella en adelante,[3] brindándole todos los cuidados y cariño que nunca pudo darle a sus propios hijos debido a sus muertes prematuras.[2] Cuando alcanzó la edad casamentera, se había convertido en una de las mujeresmás hermosas de la ciudad, de cabello rubio oscuro, ojos azules, cuerpo estilizado y tez blanca que se complementaba con una graciosa personalidad, aguda inteligencia y elegante porte.[3] [1] [2]
Llegada a Carondelet
En septiembre de 1876 su tío es proclamado Jefe Supremo de la República por un grupo revolucionario de Guayaquil, para después de un encuentro militar en Galte ante las tropas delpresidente Antonio Borrero, entrar triunfante en la ciudad de Quito.[2] Marieta apenas y había terminado los estudios cuando se instaló junto a sus tíos en el Palacio de Carondelet, en donde empezó a brillar con luz propia ante la sociedad quiteña.[3] Sus tías, si bien eran buenas mujeres, solo conocían de santos, religión y milagros; mientras que Marieta se interesaba en las letras, el arte y lapolítica. Fue considerada la Primera Dama pues esas eran las funciones que tenía en Palacio, se encargaba de la servidumbre, organizaba bailes y banquetes y siempre estaba junto a su tío para recibir altas dignidades extranjeras.[2]
Marieta convirtió a Carondelet en una réplica de las cortes reales de Europa, llenando sus salones con los más distinguidos personajes de la sociedad quiteña de laépoca;[3] [2] se rodeaba de filósofos, sabios, poetas y artistas que se deleitaban con buena música, amenas charlas y el buen gusto de la joven.[3] Cuando pasó por Quito la Baronesa de Wilson le dedicó un hermoso poema. La Condesa Emilia Pardo Bazán también la elogió desde España en un artículo.[2]
Se convirtió en ícono femenino de la época, llegando a cambiar la costumbre de las damas de vestir pesadostrajes negros para sus salidas, sustituyéndolos por las telas de vivos colores de origen francés e inglés que tanto gustaban a Marieta.[2] De la misma manera influyó para que las mujeres abandonaran la costumbre de pasear siempre acompañadas por el hombre de la casa, por primera vez los domingos por la tarde el Parque La Alameda, refaccionado bajo el ojo crítico y sobrio de la misma Marieta,estaba lleno de aristócratas mujeres acompañadas entre sí, pero libres del vigilante masculino.[2]
Recibió clases de piano del famoso profesor Aparicio Córdova, quien además le enseñó a cantar con una voz modulada.[2] Cada 8 de septiembre celebraba su cumpleaños y el triunfo de la revolución que había puesto a su tío al frente del gobierno con una misa solemne en la Catedral de Quito, un paseo...
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