ingeneria
Dr. Luis Rodríguez Manzanera
1.- Introducción.
El quehacer criminológico se ha visto en los últimos tiempos seriamente
complicado, cuando no desconocido o ignorado; esto se debe a varios factores,
uno de ellos es el desprestigio al que se ha llevado, consciente o
inconscientemente, al aparato de justicia penal en general.
Sin ignorar la propiacrisis del sistema penal, y la necesidad de varios
cambios de fondo, es indudable que el ataque a algunas de sus instituciones se
fue generalizando, así, de la censura a la actividad policíaca y al estado de las
prisiones se pasó al reproche a la procuración y administración de justicia,
reprobando la actuación del Ministerio Público y de los Jueces, y no
perdonando ni a los abogados ni a lasmismas comisiones de Derechos
Humanos.
Las áreas técnicas difícilmente se pudieron salvar, así, se pone en duda
a los servicios periciales y se ha devaluado a los equipos y consejos
criminológicos y a los criminólogos, tanto en sus funciones como peritos en
juicio como en las de diagnóstico, pronóstico y tratamiento, tanto preventivo
como penitenciario.
Así, se llega a la conclusión de quetodo está mal, que nada funciona,
que ya nada tiene remedio que lo único que queda es el abolicionismo total del
sistema o, como esto no es posible, entonces llegar a la implementación de un
sistema penal vindicativo, retributivo, fundamentado en un Derecho Penal de
acto, sin miras a la prevención ni al tratamiento, que admitiría aún la pena de
muerte.
El temor no es infundado, si se observanlos proyectos e iniciativas de
las nuevas leyes para menores infractores, veremos con claridad esta tendencia
hacia un derecho puramente punitivo, que ahora alcanza a niños y
adolescentes.
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¿Cómo se llegó a esto?, ¿es verdad que nada funciona?
2.- Nada funciona.
Se podrían identificar tres frentes desde los que atacó el sistema penal:
A) El primero es el teórico, que se desarrolla enla década de los años
setenta del siglo XX a partir de la llamada “Nueva Criminología” (Taylor,
Walton, Young) o “Criminología Crítica” (Baratta, Melossi, Pavarini, etc.), y
de pensadores como Foucault (Surveiller et Punir) y Hulsman (Peines
Perdues), que tuvieron una significativa influencia en América Latina (Del
Olmo, Aniyar, Zaffaroni).
B) El segundo es ético, con el auge de losDerechos Humanos, en que
se van poniendo en evidencia las múltiples violaciones que sufrían los que
caían bajo la férula del sistema penal y de sus diversos subsistemas.
C) El tercero es el empírico o científico, en que la investigación de
campo va demostrando los errores y falta de eficacia de los diversos
componentes del sistema penal, como la policía, los fiscales, los tribunales, las
cárceles,etc., así como de diversos programas públicos y privados,
principalmente en los aspectos preventivos.
Uno de los campos en que se centraron muchas de las críticas fue en el
de la resocialización, rehabilitación o readaptación social, poniendo en duda
su legalidad, legitimación y eficacia.
En esta terreno tuvo peculiar influencia Robert Martinson, que en 1974
publica un estudio denominado“Wath Works?” (¿Qué funciona?), en que
revisó 231 programas de rehabilitación reportados entre 1945 y 1967, por
encargo del Estado de New York, llegando a la conclusión de “nothing
works”, es decir que “nada funciona”, que se va a convertir en el lema de una
parte de la teoría y de la práctica.
Martinson hacía una serie de consideraciones, declarando que los
programas no podían demostrar suefectividad, que la metodología era
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defectuosa y que la base teórica de considerar el crimen como una enfermedad
era insostenible.
La propuesta es que puede probarse que una estrategia de amenaza y
castigo es la mejor opción y que los programas en comunidad, si bien tampoco
funcionan, al menos son más baratos que la prisión, y no tan malos como esta.
S.R. Brody es la versión inglesa...
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