Interesnte
LA UTOPÍA PLURICULTURAL
Xavier Albó Bolivia
¿El fin de las utopías?
Cuando el Che vino a Bolivia, hace treinta años, lo hizo impulsado por una utopía que entonces estaba en su pleno vigor: la construcción de una sociedad igualitaria, solidaria y sin clases. Era el sueño socialista, entonces compartido por tantos. El Che murió. Años después los estadosde Europa del Este abandonaron sus regímenes “comunistas” o “socialistas”, que daban credibilidad y cierto realismo a esa utopía. La propia Cuba, uno de los pocos estados que siguen inspirados en aquel sueño, tiene que hacer mil malabarismos para no renunciar a él y, al mismo tiempo, adaptarse a esos vientos huracanados que claman por una sociedad organizada en torno a las fuerzas del libremercado. Fukuyama proclamó precipitadamente “el fin de la historia”. Para él equivalía al fin de las utopías, aunque en el fondo era una manera provocadora de proclamar también la utopía del mercado libre, presentada ya no como un sueño ni una postura ideologizada, sino como una constatación científica. De la trilogía de la Revolución Francesa, ya sólo se rescataba la liberté, sobre todo de mercado,como si fuera la garantía o condición sine qua non para todas las demás libertades. Pero la fraternité y la egalité, quedaban archivadas frente a la ley de la competencia y a la ley del más fuerte. ¿Pero es ese realmente el fin? Seguro que no, por mucho que, en el campo económico y político, las utopías alternativas que actualmente están flotando en el ambiente no lleguen a tener todavía el nivel derefinamiento operativo que lleve a una alternativa realmente viable. La propia utopía socialista nunca ha acabado de morir con la muerte de los regímenes históricos de los llamados países socialistas. Siguen también muy vivas ciertas utopías con un fuerte componente religioso, sobre todo en países musulmanes. Se está abriendo paso una nueva utopía que podríamos llamar “ecológica”. Y, dentro deese abanico de búsquedas, está también ganando fuerza la utopía pluricultural. A ella nos referimos aquí.
La reemergencia étnica
Al tiempo que desaparecían los regímenes socialistas de la Europa del Este, empezaron a brotar como hongos, ahí mismo, una serie de conflictos y propuestas con un fuerte componente étnico y cultural, desde los países bálticos independizados hasta la descompuestaYugoslavia, pasando por todo el Cáucaso y Chechenia. Todos esos procesos
mostraban que la anterior insistencia en sólo la lucha y enfoque de clase, nunca había logrado apagar otras identidades que se habían ido forjando en largos siglos de historias locales, con sus tradiciones lingüísticas, religiosas y culturales. Surgieron incluso nuevos estados en países que nunca en el pasado habían gozado deesa condición. No era un simple fenómeno ligado a los viejos países socialistas. Al lado de acá del telón de acero, ya habían ocurrido desde mucho antes fenómenos semejantes en numerosos países europeos. Suiza, con sus muchos cantones y sus cuatro lenguas oficiales no es la excepción, ni mucho menos. No debemos olvidar, por ejemplo, el carácter federal que tiene el Reino Unido, en que Inglaterra noes más que un componente, junto con Escocia, Gales e Irlanda (dividida aún en el norte protestante y el resto católico, independiente). Pese a su pequeño tamaño, Bélgica tiene flamencos y valones; Holanda no es tampoco el nombre de un estado sino de sólo uno de los “países” que, junto con Frisonia y otros varios, componen el “Reino de los Piases Bajos” (Netherland). Alemania es otro mosaico deidentidades, cada una con su propia expresión política: Baviera, Sajonia, Prusia... Tras la muerte de Franco, el reino de “las Españas” reencontró también sus muchas identidades, desde las rebeldes Catalunya y Euskadi hasta la sureña Andalucía, con su legado árabe, y las distantes Islas Canarias.
En América Latina
Nuestro continente no está al margen de este movimiento. No es que se esté...
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