Jordi Llovet 3
Es posible relacionar el transcurso de la historia humana, desde tiempos prehistóricos hasta el presente, a partir de las relaciones que existen entre los objetos, la naturaleza y la civilización propia de cada momento. Esta relación existente entre los objetos y las civilizaciones atravesó tres fases a la lo largo de la historia:
Fase naturalista
Fase inventiva
Faseconsumista
Nuestra sociedad se caracteriza, en cuanto al diseño, por la simultaneidad articulada de estas tres fases de la producción de objetos.
Valor de uso.
Los objetos primitivos eran creados para satisfacer determinadas necesidades de uso, y a nada más. Lo que determinaba el grado de necesidad de un objeto era la misma naturaleza (frío, hambre, ataque de animales, etc.), y después de haberexperimentado la necesidad se valía de los recursos que ésta le brindaba (frío/ropaje, hambre/alimento, ataque de animales/guarida)
Esta relación hombre-naturaleza-objeto no se extinguió con el transcurso de la historia humana, sino que es una pequeña parte del modo de producción y nacimiento de los objetos modernos.
Valor de cambio.
En el estado primitivo los objetos no tuvieron ningún valor decambio, pero es cierto también que mucho tiempo antes de la fase inventiva, las sociedades organizadas como los egipcios y los sumerios ya conocían un sistema de intercambio de ciertos objetos, precisamente de aquellos que todavía mantienen un valor de cambio (joyas, plata, etc.). El valor de cambio que pudieron tener estos objetos culminó en la creación de la moneda, que ya no nos parece un«objeto», y posteriormente en el elemento más abstracto de la economía moderna: el capital.
Si bien el valor de cambio es algo propio de muchos de los objetos anteriores al comercialismo europeo y al nacimiento del capitalismo, y aunque sea un elemento estructural en la organización de casi todas las sociedades antiguas, se podría pensar que el valor de cambio que pudieran tener ciertos objetos hasta laEdad Media, es una prueba de que las tres fases pueden haber sido simultáneas en muchos momentos.
Valor de signo.
J. Baudrillard describe el valor de signo utilizando los siguientes términos: el valor de uso de un objeto equivaldría a su valor funcional, y el valor de signo sería aquel valor incorporado a un objeto, por el cual dicho objeto pasa a tener un valor de significación (connotador destatus, definidor de gusto, etc.), de un orden distinto del valor de uso, aunque no menos «funcional» que éste.
El valor de signo también tuvo cierta pertinencia en los proyectos primitivos, como en la cultura megalítica del neolítico, cuyos objetos arquitectónicos y pictóricos no tenían el mismo valor de uso que los utensilios de caza o labranza. Estos edificios, a menudo funerarios, tenían unsignificado religioso, además del valor de uso «tumba», ya que según la lógica funcional habría bastado con sepultar al muerto bajo tierra.
La diferencia fundamental que habría existido entre el valor de signo que hoy posee un objeto, y el valor de signo que suponemos en aquellos objetos primitivos, se basa en algo elemental: el valor estético de un objeto no fue siempre un valor de cambio-signo en elsentido que define Baudrillard. Esto es más bien propio de la fase consumista.
En la fase naturalista los objetos provistos de valor de signo, pueden ser considerados como objetos con valor de uso-estético, una variante del valor de uso. Esta variante sutil es importante para entender la diferencia cultural antropológica y social que existe entre un monumento megalítico y la Basílica de San Pedro.No se puede establecer una diferencia entre el valor de uso y el valor de signo. La esteticidad de ciertos objetos de aquellas culturas no es un valor de signo añadido al valor de uso, sino un aspecto de los artefactos destinados a cubrir necesidades metafísicas, de tipo no-material.
Fase naturalista.
Este fue el verdadero origen de la tradición proyectual. En las sociedades primitivas los...
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