kelser derecho privado
LAS CARAS DE LA JUSTICIA Y EL PODER DEL ESTADO
Análisis comparado del proceso legal.
La mirada de M. Damaska brinda a lo que conocemos bajo el nombre de proceso legal en The faces of justice and State Authority: A comparative approach to the legal process (1986, traducida al español por la Editorial Jurídica de Chile recién el año 2000) - qué duda cabe - dista de ser la tradicional aque estamos acostumbrados en el derecho procesal nacional.
En apretada síntesis, podemos sostener que la obra nos propone desmitificar (y más que desmitificar, abandonar por poco útiles) las categorías convencionales que dirigen el análisis comparado del proceso legal, esto es, aquellas que dividen la cuestión mediante la simple y repetida distinción entre procesos adversariales e inquisitivos.
En su reemplazo, se propone centrar el análisis y la construcción de nuevas categorías en la innegable vinculación del origen y desarrollo de los distintos sistemas de administración de justicia con las formas características que asume lo que el autor llama el fenómeno del poder.
En otras palabras, lo que se plantea es un interesante análisis entre justicia y poder, para lo cual el autor seafirma de dos hilos conductores, a saber: uno, que dice relación con la estructura del poder - Estado (con el carácter del poder judicial) y otro, que vincula con la función legítima del Estado (con el propósito que debe perseguir la administración de justicia). Ya situado firmemente en estas bases conceptuales, y a partir de ellas, Damaska plantea una nueva distinción sobre la cual desarrolla loque constituye el tema central de su trabajo. Por un lado, el autor diferencia lo que denomina modelos jerárquicos de los modelos paritarios - o coordinados - (que dependen de la organización del poder, o cual sea la estructura del Estado) y por el otro, la distinción apunta a dos clases de procesos, un proceso entendido como resolución de conflictos y otro concebido como implementación depolíticas del Estado (que dependen de la función que asuma el Estado).
Ahora bien, es cierto que el autor plantea estas distinciones como modelos teóricamente puros, sin embargo a lo largo de su obra va analizando sus nuevas categorías en comparación con sistemas procesales - históricos o actuales - tanto del derecho angloamericano (common law) como continental (civil law), lo que permite constatar laexacta forma en que la interacción y vinculación entre justicia y poder (entre justicia y Estado) se materializa - o se ha materializado - en sistemas procesales reales.
El caso es que ya en la introducción del libro el autor deja bien sentadas las bases que servirán de apoyo a la nueva categorización que propone, descartando de entrada – y de plano - aquella que le proporciona la tipologíaconvencional que distingue entre procesos adversariales e inquisitivos, por estimarla engorrosa y muy limitada como instrumento de análisis.
Pero más allá de eso, se motiva a no conformarse con las miradas superficiales, pues pueden ocultar realidades muy diversas a las percibidas a primera vista y que sólo mediante una revisión más profunda podrán desenmascararse. Pues bien, es precisamenteesta revisión más profunda la que lo insta a desarrollar un marco o esquema conceptual que permita reflejar adecuadamente estas diferencias (que sí existen), y es ello lo que constituye la preocupación fundamental que manifiesta a lo largo del libro.
Es entonces a este marco conceptual al que servirán los criterios conductores antes enunciados, a saber: la estructura del poder - Estado (poderjudicial) y la función legítima del Estado (de la administración de justicia).
La razón es simple: el autor reconoce que tanto la organización del poder judicial como las funciones de la administración de justicia dejan marcas en el proceso judicial bastante evidentes, rasgos que bajo el amparo de las categorías convencionales (proceso adversarial e inquisitivo) son mucho más imprecisos y...
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