La Esquizofrenia Populista
La campaña electoral de Brasil exhibe una dualidad que es constitutiva del populismo en toda América Latina
CARLOS PAGNI 20 OCT 2014 - 20:53 CEST28
Si se preguntara a losbrasileños cómo les ha ido con los Gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) de la puerta de sus casas hacia adentro, Dilma Rousseff ganaría con comodidad las elecciones del próximo domingo.Pero, si se los consultara por sus vidas de la puerta de sus casas hacia fuera, el triunfador sería Aecio Neves, el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). No es un fenómenolocal. La campaña electoral de Brasil exhibe una dualidad que es constitutiva del populismo en toda América Latina.
En la última década el país fue testigo de una gran movilidad social. Salieron de lapobreza 35 millones de personas. Son la denominada nueva clase media brasileña o clase C. Esa población protagonizó unboom de consumo. En 2013 las ventas de smartphones crecieron un 118%. Y el 35% de losusuarios son de la clase C. La venta de autos pasó de 1.300.000 en 2005 a 2.400.000 en 2013. El 48% corresponde a la nueva clase media. Entre 2002 y 2012 ese sector gastó un 277% más en turismo y un150% más en ropa. En 2013 destinó a electrónicos un 122% más dinero que en 2010.
La publicidad del PT se dirige a ese Brasil. En los avisos aparece Lula da Silva recordando un país en el que no seacostumbraba construir casas para pobres, tener autos cero kilómetro, viajar en avión o ir a un restaurante. Rousseff repite el monólogo, enumerando subsidios para reformas hogareñas o adquisición deelectrodomésticos.
En su afán por sacralizar el presente, el populismo se desentiende del futuro. En esa prioridad está la semilla de su decadencia
Este ciclo de consumo encontró un límite en el deteriorode la vida pública. A mediados del año pasado el desajuste se expresó en las protestas de las grandes ciudades del país. La población salió a la calle a quejarse porque los hospitales, ómnibus o...
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