la fragata surprise
Esta es la tercera novela de la más apasionante serie de
novelas históricas marítimas jamás publicada; por considerarlo de
indudable interés, aunque los lectores que deseen prescindir de ello
pueden perfectamente hacerlo, se incluye un archivo adicional con
un amplio y detallado Glosario de términos marinos
Se ha mantenido el sistema de medidas de la Armada realinglesa, como forma habitual de expresión de terminología náutica.
1 yarda = 0,9144 metros
1 pie = 0,3048 metros — 1 m = 3,28084 pies
1 cable =120 brazas = 185,19 metros
1 pulgada = 2,54 centímetros — 1 cm = 0,3937 pulg
1 libra = 0,45359 kilogramos — 1 kg = 2,20462 lib
1 quintal = 112 libras = 50,802 kg.
CAPÍTULO 1
Creo sinceramente, milord, que el dinero de los botines es de
vitalimportancia para la Armada. La posibilidad de conseguir una
fortuna en alguna acción brillante es un gran estímulo para sus
hombres, les hace trabajar con mayor diligencia y atención. Seguro
que los miembros de la Junta estarán de acuerdo conmigo en esto —
dijo, paseando la mirada alrededor de la mesa.
Varias figuras de uniforme levantaron la vista. Hubo un
murmullo de aprobación, pero no fuegeneral. Algunos civiles
mantuvieron una expresión grave e impenetrable y uno o dos
marinos permanecieron con los ojos fijos en las hojas de papel
secante que tenían delante. Era difícil conocer la opinión del grupo,
en caso de que alguna hubiera logrado imponerse, pues aquella no
era una reunión de carácter restringido, como la que los lores al
mando del Almirantazgo solían celebrar, sino laprimera en que
participaban diversos representantes de la nueva administración, la
primera desde que lord Melville se había marchado, en la que
estaban presentes algunos miembros nuevos y de otras juntas y
jefes de numerosos departamentos, por eso todos se mostraban muy
reservados y cautelosos. Era difícil conocer su opinión, y aunque
sabía que no todos estaban de su parte, notaba que no seoponían
rotundamente sino que estaban indecisos y confiaba en que la fuerza
de su propia convicción le permitiría lograr su objetivo, a pesar de la
falta de entusiasmo del First Lord.
—En una larga guerra, uno o dos casos notables como éste son
suficientes para que todos en la Armada, durante años, realicen con
mayor celo sus duras tareas. En cambio, si eso se les niega,
forzosamente…forzosamente se producirá el efecto contrario.
Sir Joseph era un alto cargo de los servicios secretos navales,
un hombre competente y de mucha experiencia, pero no era un buen
orador, sobre todo si estaba frente a una gran audiencia. No había
encontrado la frase perfecta ni las palabras adecuadas y advertía en
el ambiente cierta predisposición al rechazo.
—Creo que sir Joseph no tiene mucha razónal decir que los
oficiales de nuestra Armada actúan por interés —señaló el almirante
Harte, inclinando la cabeza hacia el First Lord en señal de
deferencia.
Los otros miembros de las fuerzas navales dirigieron sus ojos
hacia él y luego se miraron entre sí, ya que Harte era el más ávido
cazador de botines de toda la Armada y siempre estaba dispuesto a
apoderarse de cualquier embarcación,desde un gran arenquero
holandés a un pequeño pesquero bretón.
—He tomado como referencia otros casos precedentes —dijo el
First Lord volviendo su rostro lampiño e inexpresivo hacia Harte
primero y hacia sir Joseph después—, por ejemplo, el caso de la
Santa Brígida…
—La Thetis, milord —le susurró su secretario particular.
—La Thetis, eso es. Y mis consejeros legales opinan que mi
decisiónes acertada. Debemos respetar las normas del
Almirantazgo: si la presa fue capturada antes de la declaración de
guerra, el botín debe entregarse a la Corona, le pertenece a ésta por
derecho.
—Una cosa es lo que dicen las normas, milord, y otra la
equidad. Los marinos no saben nada de normas, pero están más
apegados a las costumbres que los miembros de cualquier otra
institución y tienen un...
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