La Muerte En El Mundo Clásico
La muerte en el mundo clásico
Death in the classical word
MARÍA TERESA ROMÁN LÓPEZ*
RESUMEN
¿Cómo se concibe la muerte en el mundo
clásico? El tema de la muerte no parece
haber sido objeto de gran preocupación
por parte del mundo clásico. Hades
(Plutón) y Perséfone (Proserpina)
presidían lasmoradas infernales:
poblaciones de pálidos fantasmas, almas
sin memoria despojadas de sentido.
Según la sentencia que se le imponía, el
alma era conducida a las Praderas de
Asfódelos, si no son virtuosas ni malas;
arrojadas al Tártaro, si son malvadas; si
son virtuosas eran conducidas a los
Campos Elíseos, gobernados por Cronos.
En el mundo griego, la doctrina de la
transmigración formabaparte del
entramado doctrinal del orfismo. Cicerón
afirma con toda claridad y contundencia
que el alma es inmortal, recurriendo a los
elementos pitagóricos y platónicos.
PALABRAS CLAVE:
Muerte, Mundo Clásico, deidades de la
muerte, el mundo de los muertos,
inmortalidad, transmigración.
ABSTRACT
How is death conceived in the classical
world? The classical world does not seem
to havebeen very concerned about the
topic of death. Hades (Pluto) and
Persephone (Proserpina) presided over
the infernal world: populations of pale
ghosts, souls without memory, robbed of
their senses. Depending on the sentence
imposed, the soul was led to the Fields of
Asphodels, if it was neither virtuous nor
bad; thrown into the Tartarus if it was evil;
and led to the Elysian Fields, governedby
Cronos, if it was virtuous. In the Greek
world, the doctrine of transmigration was
part of the doctrinal fabric of Orphism.
Cicero states quite clearly and forcefully
that the soul is immortal, appealing to
Pythagorean and Platonic elements.
KEYWORDS:
Death. Classical world. Deities of death.
World of the dead. Immortality.
Transmigration.
* Departamento de Filosofía de la UNED.Paseo Senda del Rey, 17. 28040 Madrid.
E-mail: mroman@fsof.uned.es
© UNED. Espacio, Tiempo y Forma
Serie II, Historia Antigua, t. 19-20, 2006-2007
331
MARÍA TERESA ROMÁN LÓPEZ
INTRODUCCIÓN
«No puede negarse, que si de alguna realidad en el mundo puede decirse que
a nadie deja frío, que hace estremecerse a todos, esa realidad es la muerte. Los
antiguos griegos y romanos tomaban enserio la muerte, y no se dudaba que el
hombre estaba sometido a ella, como a uno de tantos soberanos de la existencia
mortal».
KARL KERÉNYI
¿Qué clase de suceso es ese, que representa el caso más definitivo y serio,
con el que todo el mundo ha de enfrentarse de forma segura, pero en una hora incierta? ¿Qué sucede, en el fondo, cuando un ser humano muere? ¿En qué consiste el pináculo de loignoto? Para Epicuro (341-270 a.C.) la muerte no es más
que una disgregación de los átomos materiales de los que estamos hechos y
que, por eso, no es nada. Él aconseja a su discípulo Meneceo: «la muerte no va
nada con nosotros, justamente porque cuando existimos nosotros la muerte no
está presente, y cuando la muerte está presente entonces nosotros no existimos» (Epístola a Meneceo, 125). Noobstante, para el filósofo griego la muerte estaba siempre ahí justamente de un modo significativo. Esto ya lo advirtieron, dado
el interés que mostró por el tema, sus detractores de la antigüedad. Por su parte,
Platón (428-348 a.C.) manifiesta que es la última oportunidad, la principal porque
encierra en sí y justiprecia a las anteriores, que se le brinda a la persona para exteriorizar susometimiento a las divinidades. En efecto, el gran filósofo ateniense
pone en boca de Sócrates (470-399 a.C.) lo siguiente: «obraría yo indignamente,
si, al asignarme un puesto los jefes que vosotros elegisteis para mandarme a
Potidea, en Anfípolis y en Delion, decidí permanecer como otro cualquiera allí donde ellos me colocaron y corrí, entonces, el riesgo de morir, y en cambio ahora, al...
Regístrate para leer el documento completo.