la multitud errante
Laura Restrepo
La multitud errante
Diseño de colección: Josep Bagá Associats
Primera edición: Julio de 2001
© 2001, Laura Restrepo
© 2001, Editorial Planeta Colombiana S. A. Calle 21 No. 69-53, Bogotá ISBN: 958-42-0160-3 ,
Primera reimpresión Argentina: diciembre de 2001
© 2001, Grupo Editorial Planeta S.A.I.C. / Seix Barral Independencia 1668, 1100Buenos Aires
ISBN 950-731-322-2
Hecho el depósito que prevé la ley 11.723
Impreso en la Argentina
La multitud errante
Laura Restrepo
Para mi agente Thomas Colchie
y su mujer Elaine, amigos entrañables.
A las gentes que andan huyendo del terror
(...) les suceden cosas extrañas; algunas crueles
y otras tan hermosas que les vuelven a encender la fe
JOHN STEINBECK
PRÓLOGO
Comocreo que la escritura es un oficio en buena medida
colectivo y que cada voz individual debe buscar su
entronque generacional, he querido que este libro sea un
puente entre los míos y los de Alfredo Molano, también él
colombiano, cincuentón, testigo de las mismas guerras y
cronista de similares bregas.
Con su autorización he entreverado en mi texto una
docena de líneas que son de su autoría yque sus
lectores sabrán reconocer.
2
La multitud errante
Laura Restrepo
1
¿Cómo puedo yo decirle que nunca la va a encontrar, si ha gastado la vida buscándola?
Me ha dicho que le duele el aire, que la sangre quema sus venas y que su cama es de
alfileres, porque perdió a la mujer que ama en alguna de las vueltas del camino y no hay mapa
que le diga dónde hallarla, La busca porla corteza de la geografía sin concederse un minuto de
tregua ni de perdón, y sin darse cuenta de que no es afuera donde está sino que la lleva adentro,
metida en su fiebre, presente en los objetos que toca, asomada a los ojos de cada desconocido
que se le acerca.
—El mundo me sabe a ella —me ha confesado—, mi cabeza no conoce otro rumbo, se va
derecho donde ella.
Si yo pudiera hablarle sinromperle el corazón se lo repetiría bien claro, para que deje sus
desvelos y errancias en pos de una sombra. Le diría: Tu Matilde Lina se fue al limbo, donde
habitan los que no están ni vivos ni muertos.
Pero sería segar las raíces del árbol que lo sustenta. Además para qué, si no habría de
creerme. Sucede que él también, como aquella mujer que persigue, habita en los entresueños del
limbo yse acopla, como ella, a la nebulosa condición intermedia. En este albergue he conocido a
muchos marcados por ese estigma: los que van desapareciendo a medida que buscan a sus
desaparecidos. Pero ninguno tan entregado como, él a la tiranía de la búsqueda.
—Ella anda siguiendo, como yo, la vida —dice empecinado, cuando me atrevo a insinuarle
lo contrario.
He llegado a creer que esa mujer esángel tutelar que no da tregua a su obsesión de
peregrino. Va diez pasos adelante para que él alcance a verla y no pueda tocarla; siempre diez
pasos infranqueables que quieren obligarlo a andar tras ella hasta el último día de la existencia.
Se arrimó a este albergue de caminantes como a todos lados: preguntando por ella. Quería
saber si había pasado por aquí una mujer refundida en los tráficos dela guerra, de nombre
Matilde Lina y de oficio lavandera, oriunda de Sasaima y radicada en un caserío aniquilado por la
violencia, sobre el linde del Tolima y del Huila. Le dije que no, que no sabíamos nada de ella, ya
cambio le ofrecí hospedaje: cama, techo, comida caliente y la protección inmaterial de nuestros
muros de aire. Pero él insistía en su tema con esa voluntaria ceguera de los queesperan más allá
de toda esperanza, y me pidió que revisara nombre por nombre en los libros de registro.
—Hágalo usted mismo —le dije, porque conozco bien esa comezón que no calma, y lo senté
frente a la lista de quienes día tras día hacen un alto en este albergue, en medio del camino de su
desplazamiento. Le insistí en que se quedara con nosotros al menos un par de noches, mientras...
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