la republica
Introducción:
El presente trabajo abarca la segunda mitad del libro IV (433a-444e) y que, de igual manera que con los libros anteriores, sigue la exploración iniciada en el libro I: saber por qué es más ventajoso ser justo que injusto conociendo la verdadera naturaleza de la justicia y valorándola como tal, reconociendo los efectos que se producen en sí misma, sin apelar a ningunarecompensa o castigo para aceptarla como beneficiosa. Para esto se han presentado imágenes aproximadas o “sombras” (doxa) de lo que es la justicia con el fin de poder cuestionar tales ideas, reconocer sus defectos y limitaciones, y, a su vez, con esto rebatirlas como posibles respuestas al problema planteado, aunque sí como un medio de desbaratar antiguas concepciones y precisar aún más losmárgenes de nuestra búsqueda. En otras palabras, ser espectadores y partícipes de un prolongado y difícil ascenso al mundo de lo inteligible y asumir el reto que Sócrates planteó a los sofistas y sus discípulos: la búsqueda permanente de la definición.
I. La justicia en la ciudad:
El método utilizado por Sócrates en su diálogo con Glaucón es el de haber entendido en un primer momento que lajusticia se presenta en dos planos complementarios: el Estado (1) y el individuo. Al haber una correspondencia entre ambas, la justicia se presenta de manera igual en la función que deben cumplir. Por tanto, reconocer la justicia en una nos llevará a reconocerla en la otra, cosa que resultará favorable pues resaltaremos con mayor facilidad y exactitud la justicia en el Estado para luego reconocerla en elindividuo. Pasar de las letras grandes a las pequeñas, al ser ambas iguales pero en distinta dimensión.
Es así que Sócrates construye su Estado ideal pues sólo ahí puede existir la justicia perfecta, con una verdadera división de clases de acuerdo a criterios de actitud y de naturaleza para cumplir con determinadas actividades (Gobernantes, auxiliares o guardianes y comerciantes). La justiciase identificará aquí con el principio de división del trabajo. Según este principio las clases o partes del Estado deben asumir cualidades o valores que las definan como tales y que garanticen la unidad (perfección) de la polis. Los valores son la templanza, el valor y la prudencia, y a partir del reconocimiento de éstas podemos resaltar la que nos resulta esencial: la justicia. Es la que vapermitir el orden saludable de sus partes, estableciendo relaciones fijas (kosmos) entre las clases. Si bien esto la hace semejante a la templanza, ella tendrá una mayor preeminencia pues permite que el resto de cualidades tengan la fuerza para surgir y conservarse. El principio con el cual se organizó el Estado ideal, para sorpresa de Glaucón y Sócrates, era la primera forma de la justicia, pues ellagarantizará la perfección, la unidad y el orden de la polis. Principio por el cual cada integrante debe tener una sola ocupación de la cual uno, según propia naturaleza, esté dotado de manera más idónea: “hacer cada uno lo suyo y no ocuparse en muchas actividades” (433b).
II. La injusticia en la ciudad:
Al asumir esta idea de justicia, los gobernantes la tomarán como principio en los procesos,por lo cual “nadie debe poseer lo ajeno ni dejar de poseer lo propio”. Proceder con justicia es entonces asegurar a cada uno su propio bien y el ejercicio de la actividad que le es propia (334a). La injusticia será, por tanto, la ruina de la ciudad pues significará ir en contra de este principio y la idea inicial de justicia que permitió la organización del Estado ideal. El intercambio de miembrosde una clase sin mérito alguno y la injerencia de los individuos en funciones ajenas significará la entremezcla de clases, la desunión y el desastre, y debe ser considerado como algo funesto, como un verdadero crimen (434 a-b). Es indispensable que los guardianes, comerciantes y gobernantes se mantengan dentro de su clase y que cada uno haga lo suyo.
III. La justicia en la correlación...
Regístrate para leer el documento completo.