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Pero esta Administración no incomoda únicamente a las elites. Desde su elección, el presidente ecuatoriano poco a poco se distanció de las organizaciones indígenas, los sindicatos y las asociaciones populares que lo llevaron al poder, y que constituyen todavía la base de su electorado. Al mismo tiempo que dirigía públicamente la tentativa delgolpe de Estado del 30 de septiembre de 2010 (y señalando con el dedo a “las fuerzas imperialistas” y los movimientos de derechas que lo habrían fomentado), la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), la tarde del acontecimiento, declaraba en un comunicado : “Un proceso de cambio, por tímido que sea, corre siempre el riesgo de ser contrarrestado, e incluso recuperadopor la derecha, si el Gobierno no establece o no refuerza progresivamente la alianza con las organizaciones constituidas y la sociedad civil”. Agregaba que la política de Correa, demasiado complaciente respecto “de los sectores más reaccionarios y de los intereses financieros emergentes”, los había dejado lo suficientemente poderosos como para tratar de derrocarlo. Por su parte, Cléver Jimenez–miembro de Pachakutik, el brazo político de la CONAIE– ordenaba “al movimiento indígena y a los movimientos sociales constituir un solo frente nacional para exigir la partida del presidente Correa (2)”. A riesgo de quedar asociado, de hecho, a la tentativa de golpe.
En Venezuela, la oposición registró un avance espectacular en el momento de las elecciones legislativas de 2010, al juntar cerca del50% de los sufragios (3). Aunque el partido del presidente Hugo Chávez, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) consiguió mantenerse, no logró conservar la mayoría de los dos tercios en la Asamblea Nacional. Este éxito de la derecha no es totalmente ajeno a la incesante campaña de desestabilización que lleva adelante Estados Unidos a través de todo el país : el periodista Jeremy Bigwoodreveló recientemente que entre 2007 y 2009, el Departamento de Estado estadounidense había pagado varios millones de dólares a periodistas latinoamericanos, especialmente en Venezuela (4). Pero el resultado del escrutinio de 2010 refleja también la desmovilización de una parte de los partidarios de la “revolución bolivariana”. Las razones son múltiples : dificultades económicas (debidas enparticular al descenso de los ingresos del petróleo), inseguridad (5), corrupción endémica, oportunismo dentro de las elites “revolucionarias”, lentitud del proceso de transformación de la sociedad, etc. En ese contexto, el anuncio oficial según el cual el presidente Chávez sufría de cáncer, el 30 de junio de 2011, puso de manifiesto otra de las debilidades del proceso venezolano : la concentración depoder en torno a la figura del jefe de Estado, que hunde a la izquierda en la duda respecto de los potenciales sucesores del dirigente actual.
En Bolivia, el presidente Evo Morales está enfrentado desde principios del año 2010 a una ola casi ininterrumpida de huelgas y de movimientos de movilización conducidos por sindicatos, comunidades indígenas y diversas organizaciones populares. Las más...
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