Las identidades
Edgar Morin
El pensador Edgar Morin ocupa un lugar sin duda único en la historia del pensamiento occidental a partir de la Segunda Guerra Mundial. Sociólogo convertido enantropólogo y politólogo, ensayista desde siempre no sobre la vida de los demás, sino sobre él mismo, es viajero, actor, conferenciante, periodista y también historiador (¡y qué historiador!).
Peronada de eso le define en realidad, pues Edgar Morin es, en primer lugar y sobre todo, un gran pensador, un filósofo de visión profunda, un hombre del siglo XVI europeo, un compañero de Pico dellaMirándola, de Vico y de Giordano Bruno. Un hombre, en fin, que ha pasado por los peores horrores del siglo XX: todavía joven, combatió el nazismo; militó en el partido comunista, que abandonó rápidamentetras descubrir los crímenes del estalinismo y la patología de los estalinistas; se afilió a la democracia «burguesa», aunque siempre denunció sus insuficiencias, y se convirtió en uno de los másvirulentos críticos del colonialismo; comprendió, antes y mejor que nadie, la corriente antiautoritaria que comenzó a soplar a principios de los años sesenta en Francia y que iba a provocar la ruptura demayo del 68, y elaboró una teoría donde mostraba sus límites. Estuvo también entre los primeros que predijeron el fin del marxismo y se dedicó, desde mediados de los setenta, a la concepción de unMétodo, que se desarrollaría hasta hoy en cinco volúmenes y cuya vocación es proporcionar a nuestra época una nueva forma de pensar. Al oírle hablar, le imagino respondiendo a Diderot, a Rousseau o a Hegel.Cuando lean este libro, se darán cuenta de que no exagero.
En el fondo, su objetivo sigue siendo el mismo que en los años cuarenta del pasado siglo, cuando inició su acción intelectual: reformar elpensamiento, para que nuestra mirada y nuestro saber se muestren menos serviles con la unilateralidad, el esquematismo y la causalidad lineal. De Sócrates a Leibniz, de Hegel a Marx, de Sartre a...
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