Libro
Raphael Rafe Locke, apuesto heredero de un ducado y perseguido por todas las jóvenes de Inglaterra, prefiere cazar a ser cazado. Detesta a Ophelia Reid, aunque apenas la conoce, porque la hermosa joven le parece una arribista. Hasta que la encuentra llorando y se siente impulsado a consolarla... Mientras la estrecha entre sus brazos, piensa que después de todo quizás no sea tanmala.
Cuando un amigo declara que Ophelia nunca llegará a ser más que una arpía bonita, pero arpia al fin, Rafe se compromete a tratar de convertirla en una dama como es debido, que un día encontrará al hombre adecuado y sentará la cabeza.
Romántica, apasionada y con deliciosos toques de humor, la nueva novela de Johanna Lindsey ha sido recibida con elogios por las lectoras y la críticaespecializada.
ÍNDICE
Capítulo 1 6
Capítulo 2 11
Capítulo 3 15
Capítulo 4 20
Capítulo 5 25
Capítulo 6 28
Capítulo 7 32
Capítulo 8 36
Capítulo 9 41
Capítulo 10 48
Capítulo 11 52
Capítulo 12 55
Capítulo 13 61
Capítulo 14 65
Capítulo 15 73
Capítulo 16 77
Capítulo 17 82
Capítulo 18 86
Capítulo 19 90
Capítulo 20 93
Capítulo 21 96
Capítulo 22 99
Capítulo 23 104
Capítulo 24 107Capítulo 25 110
Capítulo 26 115
Capítulo 27 121
Capítulo 28 124
Capítulo 29 130
Capítulo 30 135
Capítulo 31 139
Capítulo 32 144
Capítulo 33 147
Capítulo 34 151
Capítulo 35 154
Capítulo 36 158
Capítulo 37 162
Capítulo 38 166
Capítulo 39 169
Capítulo 40 172
Capítulo 41 176
Capítulo 42 180
Capítulo 43 183
Capítulo 44 186
Capítulo 45 189
Capítulo 46 192
Capítulo 47 195
Capítulo48 200
Capítulo 49 203
Capítulo 50 205
Capítulo 51 209
Capítulo 52 213
Capítulo 53 216
Capítulo 54 221
Epílogo 225
Nota sobre la autora 227
A Sharon y Douglas, que convirtieron
las zapatillas deportivas y el puré de patatas
en una receta para los recuerdos.
Gracias por tantos años de risas
[pic]
Capítulo 1
Era toda una distinción ser la debutante máshermosa y deseable del mercado matrimonial del siglo, a la vez que la mujer más odiada de Inglaterra. Curiosamente, Ophelia Reid se había esforzado en ganar ambas distinciones. Era su perdición ser tan bella, porque las personas que la rodeaban se comportaban como consumados idiotas.
Los reunidos en Summers Glade, la finca rural del marqués de Birmingdale, no eran diferentes. Ophelia se detuvo enlo alto de la gran escalinata. Esperaba encontrar el vestíbulo vacío, pero no hubo suerte. Al parecer, muchos de los que habían venido para asistir a su boda con el heredero del marqués estaban congregados allí abajo y algunos, que por lo visto ya sabían que la boda se había cancelado, se disponían a partir. Otros parecían confusos y charlaban animadamente. Sin embargo, en el instante en queOphelia apareció todas las miradas se volvieron hacia ella y, como de costumbre, empezaron los murmullos.
Quizá la gente allí abajo tuviera la impresión de que ella se disponía a hacer su gran entrada. Le gustaba hacerlo y tenía mucha práctica en ello. Pero esta vez no. Se trataba más bien de una gran salida, aunque no por decisión propia. Hubiera preferido pasar inadvertida.
— ¿Cuándo mecontarás lo que pasó? —preguntó su doncella, Sadie O'Donald, apostada a su lado.
—Nunca —respondió Ophelia con rigidez.
—Pero se supone que hoy os casabais.
Como si Ophelia pudiera olvidar ese hecho espantoso. Ése, no obstante, no era el momento apropiado para hablar del tema. Dijo:
—Calla, tenemos público, por si no te has dado cuenta.
Sadie no expresó nada más y siguió aOphelia escaleras abajo. El murmullo se intensificó. Ophelia llegó a oír algunos retazos de conversaciones.
—Primero se prometen, luego ya no, después vuelven a estar prometidos y ahora resulta que han cambiado de opinión otra vez. Ella es demasiado inconsecuente, si quieres saber mi opinión.
—El novio dijo que cancelaron la boda de mutuo acuerdo.
—Lo dudo; ella es muy exigente,...
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