Literatura Universal
Realizó una intensa actividad política. Fue visir del califa Abderramán V, y a consecuencia de intrigas palaciegas estuvo en la cárcel en varias ocasiones y sufrió un breve destierro. Abandonó laactividad política para dedicarse a sus estudios de teología y derecho. Debió exiliarse en diferentes taifas de Al Andalus tras la crisis del califato, exilio que le llevó a recorrer varias taifas: Sevilla, invitado por Al Mutadid o la taifa de Mallorca
Vivió en el barrio de los altos funcionarios palatinos, contiguo al alcázar de al-Zâhyra. Parece que incluso entraba con frecuencia a ver aAl-Mansûr, que al parecer era muy amigo de los niños. Todo ello lo atestigua su íntimo amigo Abu Amir Ibn Suhayd, hijo de otro empleado de palacio.Probablemente el niño Ibn Hazm tendría alguna vez fortuna y disfrutaría de la intimidad de aquel complejo ser que era Al-Mansûr, más humano y accesible, por tantas razones, que el hierático y exagüe Califa a quien había suplantado.
A temprana edad, seasomaría Ibn Hazm, con musulmana precocidad, al mundo, es decir, a los primeros amoríos con las esclavas de su casa y de su familia, a leer todo lo divino y lo humano, a frecuentar los cursos de los más célebres profesores de la capital del Califato, andalusí, desde los más ascéticos a los de más osadas ideas, y a trabar, en fin, con todos los jóvenes de su edad relaciones, afectos y amistades,algunas de éstas –a la moda árabe-andaluza y sin que queramos dar a entender más de lo que decimos- harto estrechas y ambiguas.
El desencadenamiento de la guerra civil vinieron a turbar radicalmente y casi a helar en flor la refinada y tranquila existencia de los jóvenes estetas cordobeses
El destronamiento de Haksam II y la ascensión al trono de Mwhammad Al Mahdi iba a poner término a la formulaoficial de Ahmâd ibn Hazm, que fue destituido, y hubo de dejar el asolado barrio de Al Zahyra para retornar a los abandonados lares de Balât Mugît. Debió, sin embargo, de vivir tramquilo y aún de conservar cierto prestigio, pues en el mismo año de 1009, lo vemos asistir como testigo a la estupenda farsa del entierro de un falso Haksam II. Cuando el 23 julio 1010 fue asesinado Al Mahdi, tras susegundo reinado, y entronizado de nuevo Haksam II, parecía que la familia de los Banû Hazm habría de volver a su antiguo predicamento. No fue así, sin embargo, sino al revés: el complejo juego de la política y la cauta conducta seguida hasta entonces indispusieron a Ahmad con el nuevo valido, el general eslavo Wâdih, que lo persiguió, encarceló y confiscó sus bienes. La familia entonces, rotas ya laspocas amarras ‘âmaríes subsistentes, se hizo legitimista rabiosa y participó en un complot antieslavo que fracasó y produjo a Ahmad nuevos sinsabores.
Seguramente víctima de ellos murió Ahmâd en el 22 junio 1012 cuando Ibn Hazam contaba dieciocho años, todavía no cumplidos, en plena desgracia de su familia. Pero aún quedaban las peores catástrofes. A fines de mayo de 1013 la capital delCalifato se rendía a los bereberes; Sulay-mân al-Mustaîn entraba de nuevo en ella como Califa, y comenzaba, para durar dos meses, el feroz saco de Córdoba, con incendios, matanzas, asesinatos y destrucciones sin venir a cuento. La casa de Ibn Hazm en Balât Mugît quedó del todo arruinada, como nos cuenta en una célebre página del Collar, e Ibn Hazam hubo de emigrar a Almería el 13 julio de 1013.
Pocoles duró mucho e nuevo y agradable asilo que supieron hallar en el pueblecito de Aznalcázar (que tal vez no es, como se ha querido, el actual de ese nombre, cerca de Sanlúcar, sino otro por tierras de Málaga o Murcia) y es que, habiendo oído hablar de que en tierras valencianas había surgido un nuevo pretendiente omeya que formaba un ejército dispuesto a avanzar contra los hammûdíes y decidido a...
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