Los duendecillos de colores

“Bella diversidad”
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En un lugar muy hermoso, casi como un paraíso vivían miles de duendecillos. Había duendecillos flacos y gordos, bajos, jóvenes y viejos, tiernos, buenos, inofensivos, unos tienen buen humor y otros de mejor humor. Todos traían sus ropas mágicas, llenas de cortecillos de telas, entresacadas, ligeras y con picos y sus zapatillas puntiagudas, pero sus orejas también eranafiladas, su cara transmitía alegría. Pero ¡que curioso! todos los duendecillos eran de color verde.
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Ahí en ese espacio del universo habitaban estos seres luminosos, alegres y traviesos, todos se entendían pues hablaban el mismo idioma, tal parecía que todos eran iguales. Se respiraba un ambiente de tranquilidad, lleno de armonía y paz. Era más bien algo perfecto, parecía un sueño lleno defantasía.
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Cada duendecillo vivía en el hueco de un árbol frondoso también de color verde. En lo alto de una montaña se encontraba un hueco grandísimo, ahí los duendecillos verdes se reunían, jugaban, platicaban, pero también aprendían para llegar a ser duendes con sabiduría para la vida. A esta montaña le llamaban culta.

En la culta llegaba una duende de cierta edad, con anteojos y supelo con ciertas canas, pero con mucha experiencia y sabiduría en los quehaceres de los duendes. Ella, la duende sabia, les enseñaba a los duendecillos verdes, que en el mundo de los humanos le llaman maestra.

Cada mañana, al levantarse los duendecillos alegremente brincaban y brincaban hasta llegar a la culta, estaban felices, pues ahí a parte de jugar y platicar, practicaban magia, para lo cual,llevaban algunas culterillas. Una de ellas, la más importante era el amor, la segunda era la amistad, la tercera era el respeto, la cuarta se llamaba responsabilidad y la quinta culterilla era la igualdad. Al término de la mañana, los duendecillos estaban tan divertidos que querían continuar en la culta y se resistían a regresar a su árbol.

Al oscurecer, los duendecillos quedaban exhaustos, pueshabían ejercitado todo el día en actividades propias de su estatura y su color. Ansiosos esperaban el amanecer para brincotear hasta llegar a la culta.
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Pero una mañana, al llegar a la montaña y entrar a la culta, algo extraño había sucedido, era realmente inexplicable, algo no estaba funcionando igual, se rompía con todo lo que habían aprendido en la culterilla de la igualdad, pues todosahí en ese lugar eran tan, pero tan parecidos. Todos asombrados empezaron a observar a aquel duendecillo y con mucho cuidado, se fueron acercando a él, lo observaban con cautela. Fue entonces que se dieron cuenta que este duendecillo no era como ellos, era un duendecillo diferente, era de otro color, de color naranja. Al escucharlo los duendecillos se percataron que hablaba “raro”, con otrolenguaje, tal parecía que era de otro lugar. Los duendecillos se mostraron inquietos, no deseaban acercarse, con una actitud de rechazo.
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Mientras tanto, la duende sabia pensaba: “con tantos años de experiencia, nunca me había tocado ver esto, la verdad no se que hacer, ¿qué será lo mejor en estos casos?, ¿mandarlo a una culta exclusiva de duendes como él?, para duendes de color naranja?
La duendesabia estaba muy confundida y decidió expulsarlo de la culta. El duende naranja bajo la cabeza, se sentía realmente triste y decepcionado porque ahí parecía que todo marchaba bien. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos. Entonces el duende se alejo de ahí.
La duende culta no podía pegar los ojos pensaba y pensaba, ¡qué puede hacer?, como una luz llego un pensamiento, que la motivo a saliradelante. Tengo que ofrecerle algo que le ayude a salir adelante y tomarlo como un reto, ya se voy a buscar soluciones”.

La duende sabia busco al duendecillo naranja y lo llevo de nuevo a la culta. Los duendecillos verdes algo perturbados, le hablan: “¡Duende sabia, duende sabia!” y ella les contesta: “ahora ¡vamos a jugar!, tómense de las manos, por favor”. Casi todos los duendecillos se tomaron...