Los Poderes Del Facundo 1
Iberoamericana,
Vol.
LXX,
Núm.
207,
Abril-Junio
2004,
521-544
LOS PODERES DEL HORROR: FACUNDO COMO EPIFÓRICA1
POR
ELÍAS PALTÍ Universidad Nacional de Quilmes
He visto que cuando las cosas buscan su curso, encuentran su vacío Federico García Lorca (“Intermedio”)
Facundo (1845), obra que quiso ser muchas cosas al mismo tiempo –una novela, una biografía,un manifiesto doctrinario, un tratado sociológico, un programa político– terminaría siendo, por sobre todas estas cosas, el testimonio de una derrota, o, más específicamente, de la profunda crisis conceptual que ésta generó. La debacle de los alzamientos contra Rosas, iniciada con el fracaso de la expedición de Lavalle en 1840, dislocaba todas las certezas en que se fundaba el pensamiento de laGeneración del ’37, minando el supuesto de la racionalidad del curso histórico. Éste, de hecho, se volvería insostenible una vez que el “tirano”, tras derrotar toda oposición, se demostrase, aunque irracional, absolutamente real. La Historia en el Plata se poblaría entonces de fenómenos extravagantes, ajenos a todo designio o lógica, incomprensibles, en fin, para la razón. Facundo, en definitiva,nace de esa crisis de inteligibilidad; representa un intento de asir aquello inconcebible, para Sarmiento, un fenómeno inaudito y sin antecedentes conocidos: el poder rosista. Y, fundamentalmente, revelar qué es lo inaudito en él, aquello monstruoso, indefinible racionalmente. MIMÇSIS, HISTORIA Y REPRESENTACIÓN Un viejo cuento judío2 narra la historia de un rabino de Cracovia que súbitamenteinterrumpió sus plegarias para anunciar que acababa de ver la muerte de su par de Varsovia (ciudad situada a quinientos kilómetros de allí). Los judíos de Cracovia quedaron, por supuesto, conmocionados ante su poder visionario. Unos pocos días más tarde, algunos de ellos viajaron a Varsovia, y vieron, para su sorpresa, al rabino de esta ciudad trabajando
1
Este trabajo es un extracto de una obratitulada Distopias. Mimesis and Representation in Times of Revolutions and Wars (Nineteenth-Century Literature in Mexico, Argentina, and Brazil), en preparación. 2 El relato aparece en Hirschman, The Passions and the Interests. Political Arguments for Capitalism before Its Triumph (117).
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en su sinagoga en un estado de salud, digamos, aceptable. Al volver a Cracovia y darnoticia de lo visto, las previsibles murmuraciones contra el rabino local crecieron al punto que sus más fieles seguidores se vieron obligados a salir en su defensa. Tras admitir que, en efecto, había errado en cuanto a los detalles, exclamaron: “De todos modos, ¡qué visión la suya!”. Albert Hirschman, comentando esta historia, afirma que la misma “ostensiblemente ridiculiza la habilidad humana pararacionalizar creencias enfrentadas ante la evidencia que la contradice. Pero, a un nivel más profundo, celebra el pensamiento especulativo y visionario, no importando si el mismo se descarría” (117). Indudablemente, como afirma Hirschman, esta tendencia humana a aferrarse a certidumbres que, en apariencia, se habían visto desmentidas por la ocurrencia de hechos no previstos no tiene nada de“irracional” (lo mismo, de hecho, ha sucedido con todas las grandes teorías científicas, las que se han desarrollado simplemente dejando de lado como impertinentes aquellos datos que, en principio, parecían cuestionar su validez). Los defensores del rabino del cuento bien podían todavía pensar, por ejemplo, que éste efectivamente había tenido una visón, si no de lo que ocurrió, sí de lo que pronto iba aocurrir (y difícilmente podría ningún acontecimiento todavía imprevisto, ningún “dato” posterior, conmover su fe en los poderes visionarios de su rabino: sin duda, el rabino polaco alguna vez iba a morir). La historia sirve así de ejemplo a algo que los epistemólogos han señalado recientemente.3 En definitiva, desde el momento en que todo hecho, para ser significativo, es decir, para convertirse...
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