mandamiento
Desde el año 1999 hasta la fecha, cada vez que se ha realizado una elección nacional en Venezuela en las que el expresidente no participaba (porque no le tocaba o, en todocaso, no se votaba “por él” o por su cargo), la votación oficialista se ha reducido ostensiblemente, en porcentajes cercanos al 40% de merma. De hecho, si se comparan los votos obtenidos por elexpresidente Chávez en las presidenciales de los años 2000, 2006 y 2012, con los obtenidos por el oficialismo en las elecciones inmediatas siguientes (parlamentarias del 2000, la Reforma Constitucional de2007, regionales 2012), se observa una mengua de 48, 42 y 41 por ciento respectivamente. En palabras cristianas, el oficialismo siempre ha sabido que una cosa era el voto por el expresidente y otra elvoto por ellos.
El dato anterior es el elemento clave en la estrategia electoral del poschavismo de cara al próximo 14 de abril: el expresidente ya no está, y ellos saben –porque además siempre haocurrido así y tienen a la historia en contra– que su votación va a descender de manera inevitable pero además impredecible: no conocen cuánto, pero saben que va a bajar.
A sabiendas de lo anterior,el poschavismo ha centrado su esperanza electoral en dos estrategias medulares: la primera, vender al electorado oficialista la fantasía mimetista que el candidato no es Maduro, sino Chávez, y que...
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