Mexico
Y a la vez hay más enla idea de México: también está, por ejemplo, la continuidad histórica, que se compone de lo que recordamos pero también de lo que sucede: lo que se hace y con el tiempo acaba formando parte de loque llamamos el pasado, o la historia.
Quienes dicen que no tienen que ver con esto: que podrían desgajarse de la violencia, del territorio, del pensamiento mexicano a pesar de que se formaron en él,se equivocan. Lo llevarán consigo a donde vayan. Nunca somos del todo víctimas: el desastre que presentimos (que tantos parecen desear, aunque sólo sea como catarsis, o como alivio de unaresponsabilidad que de todas formas no aceptan) es en parte obra nuestra. La patria no actúa: actuamos nosotros. Y no podemos escapar de lo mexicano que nos formó: tenemos que dejar que nos aplaste, o bientransformarlo, en nosotros o en lo que legaremos de él a quienes vendrán.
No es una tarea fácil. Nos hace falta aceptar la crítica que duele como la del cartón del estadounidense Daryl Cagle, contraquien tantos se han quejado por las razones equivocadas:
Pero es posible que haya un beneficio para nosotros en la urgencia de la situación actual. Tal vez podamos ver más claramente ahora que...
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