Monografía Procesal Penal - Autoincriminación
Introducción
En el presente trabajo se intentará desenmarañar el significado, la importancia, tutela judicial, alcance e implicancias de la garantía procesal de la no autoincriminación.
Para eso, empezaremos hablando sobre qué son las garantías constitucionales en el proceso penal y la importancia de las mismas. Luego, habiendo definido esto, nosadentraremos en la garantía que nos compete.
Como ha destacado Roxin, el derecho procesal penal es el sismógrafo de la Constitución política del Estado.1 Por eso es que estos principios y derechos son tan importantes y discutidos, tanto para los ciudadanos como para los “creadores” y pensadores del Derecho. El término que creo que mejor representa estas facultades es el de “garantías procesales penalesconstitucionalizadas”. Ya que muchos autores, como Oré Guardia2 y Gómez Colomer3, “asemejan” a los derechos con las garantías, y todos los especialistas coinciden también en la importancia de las mismas para el proceso penal, se puede advertir que observarlas y respetarlas dentro del proceso penal es vital para la vigencia de un Estado democrático y de derecho. Por tanto, a modo de definición, porgarantías constitucionales del proceso penal debe entenderse el cúmulo de principios, derechos y libertades fundamentales reconocidos por la Constitución y, lato sensu, por los tratados internacionales, que tienen por finalidad otorgar al imputado un marco de seguridad jurídica y, en última instancia, mantener un equilibrio entre la llamada búsqueda de la verdad material y los derechosfundamentales del imputado.4 Es por esto que es necesario que en la misma Constitución se fijen los límites del poder Estatal dentro del proceso penal, o como decía Binder “un diseño constitucional del proceso penal”5.
Delimitación Conceptual
Como se ha mencionado antes, se denomina garantías procesales genéricas a aquellas normas generales que guían el desenvolvimiento de la actividad procesal. Se tratade reglas constitucionales que no restringen sus efectos a determinados momentos o actos del proceso penal, sino que proyectan su fuerza garantista a todos los momentos por los que pasa el desenvolvimiento del proceso, es decir, desde la fase preliminar o prejudicial, pasando, según el caso, por las fases de instrucción, intermedia y juicio oral, hasta concluir la fase impugnatoria, es decir,hasta la conclusión del proceso penal.6 Estas ideas empezaron a irrumpir en el siglo XIX, junto con el pensamiento liberal y la reforma del proceso penal. Se reconoció al imputado como sujeto del proceso penal, dotado de derechos autónomos7, y que podía hacer valer sus facultades, derechos y garantías constitucionales y legales desde el momento mismo en que se le atribuía participación en un hechopunible, en contraposición a la concepción inquisitiva que tendía a ver al imputado como un objeto del procedimiento y de la investigación judicial, o sea, como una fuente de información destinada a la averiguación de la verdad material, generando todo tipo de excesos y abusos en contra del imputado (entre ellos, la tortura) pues se consideraba a la confesión como la “reina de las pruebas” y setrataba de llegar a ella de cualquier manera. Desde ese momento se tomó la concepción estricta del principio de presunción de inocencia o no culpabilidad, el cual trae aparejado la garantía de no autoincriminación.8 La posibilidad de que un imputado pueda guardar silencio respecto de los hechos que fundan los cargos que han sido presentados en su contra y que lo podrían conducir a una privación de susderechos tiene su origen en la Inglaterra del siglo XVII, época en la cual existía un órgano de represión gubernamental denominado Cámara Estrellada o Star Chamber, que tenía por objeto resolver los delitos de sedición. Este órgano exigía al imputado tomar juramento respecto de lo que iba a declarar, es decir, buscaba solucionar sus casos por medio de la confesión manifestada bajo juramento....
Regístrate para leer el documento completo.