Multinacionales
Irene Maestro Yarza Javier Martínez Peinado GREM. Universitat de Barcelona Las transformaciones generadas en la estructura económica mundial desde la década de los años ochenta han afectado esencialmente a la cooperacióninternacional para el desarrollo. Si en los años ochenta, los de la crisis de la deuda externa en las economías periféricas, la cooperación se tuvo que centrar tanto en el mantenimiento de los pagos de dicha deuda como en paliar los desastrosos efectos del ajuste estructural recesivo, en los noventa comienzan a vislumbrarse los que serán rasgos cada vez más definitorios de la “nueva” cooperacióninternacional, oficial y no gubernamental, en el marco de la “globalización”. En lo que se refiere a la cooperación oficial al desarrollo, los ejes principales de intervención se manifestaron muy estrechamente vinculados a los propios intereses del capitalismo global y a las políticas neoliberales de su desarrollo: promoción de las privatizaciones y de la reducción del Estado y los serviciospúblicos, además de, por supuesto, continuar garantizando el pago de la deuda externa. Por otra parte, adquiere nueva relevancia la “ayuda” militarizada (la “injerencia humanitaria”) ante la proliferación de conflictos y convulsiones sociales en países no sólo de América, África y Asia, sino incluso de Europa. Ello generó un fuerte debate sobre el “derecho a la injerencia humanitaria”1 todavía nocerrado, y continuamente alimentado por la política agresiva intervencionista de la Administración estadounidense.
Para un análisis de la evolución histórica que han experimentado las justificaciones filosóficas y políticas de la intervención humanitaria en cada momento, con especial énfasis en los cambios experimentados a partir del fin de la guerra fría, se puede consultar: Ruiz-Giménez Arrieta, I.(2005): La historia de la intervención humanitaria. El imperio altruista. Editorial La Catarata; y también es muy ilustrativo de la misma autora (2004): Las “buenas intenciones”. Intervención humanitaria en África. Icaria Editorial. De cómo se ha utilizado el derecho de injerencia humanitario para justificar intervenciones militares occidentales, es demostrativo el artículo del co-fundador deMédicos sin Fronteras, Brauman, R. (2005): “¿Injerencia humanitaria o ‘misión civilizadora’?” Le Monde Diplomatique, edicióin española, septiembre. También resultan clarificadoras, las diferentes entradas sobre Acción Humanitaria (Principios, Concepto y Evolución, Debates Recientes, Fundamentos Jurídicos, y Ética de la Ayuda), contenidas en Pérez de Armiño, K. (dir.) (2000): Diccionario de AcciónHumanitaria y Cooperación al Desarrollo. Icaria Editorial.
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En lo concerniente a la cooperación no gubernamental (de las ONGD), se puede caracterizar este periodo por la aparición de una serie de fenómenos contradictorios entre los que cabe destacar2: la incorporación de un número creciente de personas e instituciones de todo tipo al entramado cooperativo, a la vez que se extiende lasensación de que todo ese entramado sirve para bien poco; la conversión de las ONGD en una especie de empresas suministradoras de servicios, a la vez que prolifera la “onegeización” de muchas corporaciones por motivos fiscales y de propaganda/ publicidad (el llamado “marketing solidario”); la “concentración y centralización” de recursos que supone la formación de las ONGD gigantes, “globales”, quecoexisten con infinidad de micro ONGD de existencia muy efímera; y, finalmente, hay que señalar el creciente protagonismo del asistencialismo y la emergencia, marcados por la coyuntura, en la acción en contextos de subdesarrollo (que tiene raíces estructurales, no coyunturales), y acompañados por la incorporación definitiva de la militarización al mundo de la cooperación Ante esta panorámica,...
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