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Por Daniela Cid
Hace 12 años, en King Island, Australia, se comía bien y se respiraba uno de los aires más limpios del mundo. Sin embargo, el agua potable dejabamucho que desear. No es de extrañar que en ese entonces muchos habitantes de esta pequeña isla se acercaran a la casa del profesor Duncan McFee para que les convidara agua de lluvia de su estanque. “Sabía que si nuestro aire era tan puro, tendría que ocurrir algo parecido con el agua de lluvia, entonces decidí buscar la manera de recolectarla sin alterar su sabor”, dice el ahora director de laempresa de agua embotellada australiana Cloud Juice.
La técnica de McFee es más simple de lo que se podría pensar. Una terraza inclinada de polietileno de 400 metros cuadrados con tuberías de acero inoxidable que llevan el agua hacia tanques de acopio, le permiten hoy recolectar 500.000 litros de “jugo de nube” en una zona donde llueve 180 días del año. El resultado se comercializa en botellas devidrio pulidas a mano que se venden, tanto dentro como fuera de Australia, en un proceso que McFee reconoce como “bastante complejo”.
Pero aunque McFee y su “agua de lluvia” están lejos del proceso de producción de las clásicas aguas minerales chilenas de fuentes termales, los actores de la industria nacional también deben sortear grandes obstáculos para entregar a su público un producto decalidad.
Para el agua mineral Puyehue, que elabora un millón de litros de este tipo de producto al año, el desafío consiste en embotellar el agua termal desde una napa de 172 metros de profundidad y luego transportarla sin que ésta pierda sus cualidades. “Es un proceso complicado y que encarece el producto”, dice en entrevista con Andes Wines el gerente de ventas de Puyehue, Claudio Varela.Varela explica la importancia de aplicar ozono al agua para asegurar su calidad sanitaria y la conocida técnica del embotellado al vacío, que permiten que este elemento no se descomponga. Etapas que sólo son posibles de cumplir tras una previa certificación mediante decreto presidencial, que declara el lugar desde donde se extrae el agua como “Fuente Curativa”.
Por eso no es de extrañar que,durante los últimos cinco años, el crecimiento en las ventas de este producto se haya estancado frente a nuevas variedades de aguas embotelladas como las purificadas y saborizadas que, a diferencia de las primeras, no necesitan ser embotelladas en una fuente de origen certificada, sino que pueden provenir incluso de la red de agua potable, para luego recibir una serie de tratamientos de sanitización ysaborización.
Según datos de la consultora Nielsen en Chile, del total de ventas de agua embotellada registradas durante el primer semestre de 2009, las aguas purificadas y saborizadas tuvieron una participación de 13% y 22%, respectivamente, frente a un 65% de las aguas minerales. Sin embargo, hace cinco años la realidad era muy diferente porque la clásica agua mineral, representada por marcascomo Cachantún, Vital, Porvenir, Socos, Manantial y Edén, abarcaba un 93% de las ventas totales de agua embotellada.
¿Qué habrá provocado este retroceso en la participación de las aguas minerales dentro del mercado de las aguas embotelladas?
Para muchos la respuesta está en el parecido de las aguas saborizadas con las bebidas de fantasía, que son preferidas por los chilenos. Para otros,vale la pena observar el caso de marcas de agua purificada como Benedictino que, gracias a un envase atractivo y una publicidad que desde el principio la posicionó como agua libre de sodio y calcio –especial para personas con hipertensión o retención de líquidos–, registró un crecimiento de 500% en sus ventas cuando había transcurrido sólo un año desde su lanzamiento al mercado en 2004.
Hoy,...
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