Neoclasico
TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO
– La revolución marginalista y la extensión del análisis marginal
La revolución marginalista: entre el paradigma clásico y el neoclásico. El término “revolución
marginalista” hace referencia al rápido éxito de la aplicación del principio de la utilidad marginal
decreciente en las décadas de 1880 y 1890 y su descubrimientosimultáneo e independiente por tres
autores sin relación alguna previa: el británico W. Stanley Jevons, el austríaco Carl Menger y el francés
Léon Walras, que publicaron sus trabajos entre 1871 y 1874. Alfred Marshall también tenía madura la
idea de la utilidad marginal decreciente hacia 1870, pero su obra clave, los Principios de economía, el
canon de la economía neoclásica, no apareció hasta1890. Algunos autores han interpretado el
marginalismo en clave de continuidad con la economía política clásica, basándose en la reivindicación
marshalliana del descubrimiento de la utilidad marginal y en las importantes similitudes entre
paradigma clásico y el marginalismo, que compartirían: una visión del mundo económico caracterizada
por la división del trabajo, la propiedad privada de losmedios de producción, los mercados y la ley de
Say; el modelo sin Estado, aunque ambos aceptan que el Estado debe tener una serie de funciones
esenciales para el funcionamiento de la economía; y, finalmente, el enfoque filosófico utilitarista que
identifica la moral con la elección racional de los individuos egoístas.
Sin embargo, el paradigma clásico y el marginalista presentan diferenciasfundamentales en las
teorías del valor, la distribución y la producción y en cuanto al uso de la variable tiempo. Además, entre
el marginalismo y la economía neoclásica de Marshall hay una diferencia también esencial en la teoría
del valor. La teoría del valor era el defecto básico de la economía clásica: adolecía de falta de
generalidad porque existían diversos tipos de bienes cuyos precios nopodían explicarse dentro del
marco teórico clásico. De los tres tipos de bienes que Mill había distinguido (ver Materiales) sólo los
que tenían una oferta totalmente elástica (sujetos a costes constantes) tenían un precio de equilibrio a
largo plazo determinado por el coste de producción. Pero el valor de los bienes de oferta inelástica
dependía completamente de la demanda y el de los bienessujetos a costes crecientes o rendimientos
decrecientes se intentaba explicar por los costes de producción prevalecientes en las circunstancias más
desfavorables, dada la demanda. Los marginalistas, especialmente Jevons y Menger (y tras él toda la
escuela austríaca) se pasaron al extremo contrario y también erraron: su teoría de que los precios
dependen exclusivamente de la demanda solo essatisfactoria para los bienes de oferta completamente
inelástica, no reconoce el acierto de que los costes de producción determinan el precio de los bienes de
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oferta completamente elástica y aborda incorrectamente la determinación del precio de los bienes
producidos a costes crecientes porque supone que la oferta de los mismos está dada y que la demanda
determina su precio. Aquí reside ladiferencia con el neoclasicismo de Marshall, para quien el precio de
estos bienes sujetos a costes crecientes es el resultado de la interdependencia entre la oferta y la
demanda. La consecuencia inmediata del planteamiento marginalista del valor es que la teoría de la
distribución se convierte en un problema de determinación de los precios de los servicios de los
factores productivos, que recibeningresos como propietarios individuales o grupos sociales mínimos
(familias y empresas), más que un problema de reparto del excedente entre las clases sociales, que
ahora desaparecen del análisis (ver Materiales).
Lo mismo ocurre con la teoría de la producción. En el enfoque de los clásicos los costes
monetarios de la producción reflejaban costes reales (las retribuciones de los propietarios...
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