No Se3
Páginas: 9 (2087 palabras)
Publicado: 17 de julio de 2012
¿CÓMO ACTUAR ANTE LA ENFERMEDAD Y MUERTE?
(TANTO PROPIA COMO DE FAMILIARES) PEQUEÑA GUIA PRÁCTICA
La muerte según el Budismo: Una posibilidad de liberación
La vida es un proceso dinámico, no hay ningún fenómeno físico ni experiencia mental que no esté sometida a un cambio continuo, todo fluye, continuamente, como un rio, y esa es la naturaleza de todas las cosas y de todos los seres. Al no poder reconocer la transitoriedad de todos los fenómenos de la vida, percibimos la muerte como un cambio brusco y traumático, teniendo la sensación de que la muerte es destrucción y eso nos conduce a la desesperanza. Pero, en el budismo, podemos vivir la muerte con la misma esperanza con que vivimos la vida. La muerte no es una derrota ni un error de la naturaleza, es un proceso dinámico, algo natural e inseparable de la vida misma. De hecho, la vida no es más que un proceso de muertes continuas, y a la vez, la muerte es un proceso, hacia una nueva vida. Podríamos decir, en cierto sentido, que morimos para renacer de nuevo a cada instante. La mente nunca ha muerto antes, ha experimentado infinitas muertes en el pasado, ya que ha estado vinculada a diferentes cuerpos y se ha separado de ellos; miles y miles de millones de cuerpos han estado habitados por esa mente y han muerto pero la mente misma nunca ha muerto y nunca morirá.
Un budista considera que el cuerpo y la mente están interconectados cuando la mente está en el cuerpo, y desconectados cuando la mente ha dejado el cuerpo es como una casa habitada o deshabitada. Cuando abandonamos la casa, dejamos de preocuparnos por ella; una vez que nos hemos ido, la casa queda deshabitada. Del mismo modo, cuando la mente deja al cuerpo, el cadáver es un cuerpo deshabitado, la mente ha dejado su hogar. Así es, básicamente como un budista concibe la vida y la muerte La muerte de una persona significa simplemente, que su mente ha dejado el cuerpo. La persona es más que el cuerpo, no es solamente cuerpo. En lo que se refiere a la mente nadie
puede morir; para la mente no existe la muerte, solo hay muerte para el cuerpo; en resumen, el cuerpo muerte, pero la mente nunca muere.
La muerte, pues, no es una cosa horrible; es un proceso natural, igual que lo es el nacimiento. Hay varias formas de utilizar de manera provechosa el proceso gradual de absorción en la muerte. La mayoría de nosotros desperdiciamos la oportunidad. Si una persona ha meditado largamente, generando una fuerte confianza, y desarrollado estabilidad y sabiduría, cuando llega el momento inevitable de su muerte, se dice, “bien ha llegado el momento, voy a intentar sacar el máximo partido de esta situación”. En el momento de la muerte hemos de utilizar nuestras posibilidades del mejor modo, intentar tener la mente clara y concentrarnos en lo que tiene lugar en nuestro interior, y cuando se produce nuestra unificación con el universo, intentar reconocerla. Tenemos una gran oportunidad de conseguir algún tipo de realización en ese momento, como poder escoger la siguiente encarnación, o incluso tenemos la posibilidad de Despertar, liberándonos del ciclo de renacimientos, convirtiéndonos en Buda.
‐
Prepararnos para lo inevitable
Reflexionando sobre :
los cuatro pensamientos que apartan la mente del Samsara:
‐1‐la preciosa existencia humana: Reflexionar en la oportunidad que tenemos en este momento en que aún estamos vivos y con nuestras plenas facultades al haber encontrado unos maestros perfectos, unas enseñanzas perfectas y unos compañeros de viaje perfectos, un cuerpo humano con todas sus
facultades y todas las condiciones adecuadas para poder comprender el proceso de vida y ...
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