oficios varios
El Púlpito de la Capilla New Park Street
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El Sermón de Pablo ante Félix
NO. 171
SERMÓN PREDICADO LA MAÑANA DEL DOMINGO 10 DE ENERO, 1858,
POR CHARLES HADDON SPURGEON,
EN MUSIC HALL, ROYAL SURREY GARDENS, LONDRES.
“Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio
y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete;
pero cuando tengaoportunidad te llamaré.”
Hechos 24:25.
El poder del Evangelio se manifiesta en su maravillosa grandeza
cuando vemos su impacto sobre los corazones consagrados a él, cuando se ven sujetos a tribulación, a persecución o aflicción. ¡Cuán poderoso ha de ser ese Evangelio, pues, cuando entró en el corazón de Pablo, ya no pudo ser expulsado nunca de allí! Pablo sufrió la pérdida de
todas las cosas, y lastuvo por basura, para ganar a Cristo.
Para difundir la verdad se enfrentó a penalidades, a naufragios, a
peligros en tierra y peligros en el mar, pero ninguna de estas cosas lo
hizo desistir, y no consideró valiosa su vida, pues quería ganar a Cristo y ser hallado en Él. Una persecución se sucedía a la otra; fue azotado con varas por los judíos; fue arrastrado de un tribunal a otro; casi
no huboninguna ciudad en la que no encontrara que le esperaban cadenas y prisión. Atacado en su propio país, es acusado en Jerusalén, y
procesado en Cesarea; es llevado de un tribunal a otro en busca de
quitarle la vida.
Pero observen cómo conserva siempre la prominente pasión de su
alma. No importa dónde lo pongan, pareciera ser como John Bunyan,
que dice: “si me dejaran salir hoy de la prisión,predicaría otra vez
mañana el Evangelio, por la gracia de Dios.” No, es más que eso, pues
lo predicó en la prisión y lo proclamó delante de sus jueces.
Estando delante del Sanedrín clama: “Acerca de la resurrección de
los muertos soy juzgado.” Cuando fue citado a comparecer ante Agripa, Pablo relata su conversión y habla tan dulcemente de la gracia de
Dios, que el propio rey exclama: “Por pocome persuades a ser cristiano.” Y aquí, en nuestro texto, cuando comparece delante del Procurador Romano para ser juzgado en un juicio en el que están en juego su
vida o su muerte, en lugar de comenzar a defenderse a sí mismo, diserta “de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero,” hasta
que su juez se espanta, y entonces, el que se sienta sobre el trono toma el lugar del prisionero,y ahora el prisionero lo juzga en anticipación de aquel tiempo cuando los santos juzgarán a los ángeles, como
asistentes que participan con Cristo Jesús.
Vamos, una vez que el hombre cree en el Evangelio y resuelve difundirlo, es convertido en un gran hombre. Si se trata de un hombre
desposeído de poder, de intelecto y de talento, es convertido en un
hombre grandemente denodado en su arduodeseo de servir a Cristo,
Volumen 4
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El Sermón de Pablo ante Félix
Sermón #171
en la pequeña medida en que pueda hacerlo; pero si se trata de un
hombre dotado, enciende su alma entera, saca a relucir todos sus poderes, desarrolla todo lo que permanece oculto, encuentra cada talento
que había sido guardado en un pañuelo, y despliega todo el oro y la
platade la riqueza intelectual del hombre, exponiéndolo todo para
honra de ese Cristo que lo ha comprado todo con Su sangre.
Podríamos detenernos un poco más y demorarnos en esta reflexión
para mostrarles cómo, en todas las épocas, esta ha sido la verdad: que
el poder el Evangelio en la influencia ejercida sobre los corazones de
los hombres ha sido eminentemente demostrado, probando la verdad
deaquella expresión de Pablo cuando dijo que: ‘ni tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada habrá
de separarlos del amor de Dios, que es en Jesucristo su Señor’.
Pero en vez de hacer eso, los invito a escudriñar el texto más cuidadosamente. Tenemos ante nosotros un cuadro que muestra a tres personajes: Félix y Drusila, ambos sentados en el tribunal;...
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