OMER GOLDMAN
Goldman fue sentenciada a 21 días en prisión militar por negarse a servir en las Fuerzas de Defensa de Israel el 22 de septiembrede 2008, junto con Tamar Katz y Mia Tamarin. Ella es una de alrededor de 40 estudiantes de secundaria que firmó la Carta de la protesta-escuela secundaria ("Shministim") el el 2008. Con el fin de prepararse para su encarcelamiento en una prisión militar, Goldman tenía que consultar a un psicólogo cada semana. Posteriormente fue sentenciada a un segundo término de cárcel por negarse a alistarse enel ejército de Israel por segunda vez. Señala que el momento crucial de su despertar político se produjo cuando ella fue a la aldea palestina Shufa del West bank donde las FDI habían instalado un retén y dispararon balas de goma sobre una manifestación Palestina.
Su oposición a la ocupación de los territorios palestinos le llevó a unirse al movimiento de los objetores de conciencia israelíes.Después de pasar dos veces por la cárcel, continúa vinculada a actividades pacifistas. Su historia familiar acaparó la atención de los medios: Omer es hija de un alto cargo del Mossad, el todopoderoso servicio secreto israelí.
“Nosotros tomamos el camino más largo”. Omer Goldman casi siempre habla en plural. Está empeñada en recordar que forma parte de un grupo y que no lucha sola por susideales. “No soy ninguna heroína”, insiste, una y otra vez. Es cierto que Omer no es la única que se ha negado a alistarse en el Ejército israelí en protesta por la ocupación de los territorios palestinos y los abusos que allí se registran. Pero también es verdad que la singular historia de esta joven de veinte años la convierte en una abanderada de las nuevas generaciones de pacifistas. Es hija deun alto cargo del Mossad, el legendario servicio secreto de Israel, y ha tenido que rebelarse contra su entorno para seguir el dictado de su conciencia.
Forma parte de los shministim, los del último curso, según una traducción libre del hebreo, un reducido grupo de jóvenes que se va renovando desde la década de los setenta. Al terminar los estudios sus miembros escriben una carta abierta en laque explican por qué no cumplirán con los tres años de servicio militar obligatorio, en el caso de los hombres, y veintiún meses, para las mujeres. “Protestamos por el robo de tierras palestinas y por la expansión de asentamientos en nombre de la defensa de Israel. Rechazamos la transformación de pueblos palestinos en guetos cerrados por el Muro de separación y los controles militares”, se lee enla misiva de 2008, en la que sesenta adolescentes también se rebelaron contra “la actitud violenta y humillante de los militares hacia los residentes palestinos de Cisjordania”.
Omer, al igual que muchos de sus compañeros, tuvo que repetir sus razones ante un tribunal militar y fue encarcelada dos veces por ello, hasta que una pérdida de peso alarmante obligó a su puesta en libertad. Hubierapodido servir en alguna oficina de Ejército, o alegar problemas de salud para librarse del uniforme. Pero escogió la objeción de conciencia pública, el camino más largo, para “hacer pensar a la gente”, para evitar que su caso también fuera barrido debajo de la alfombra. Desde entonces recibe llamadas de agradecimiento e incluso cuenta con un club de fans en Internet, como ella misma explica entrerisas.
Una niña bien con cuerpo de modelo y el sueño de ser actriz que no quiso seguir la corriente, entregarse a la hedonista vida de Tel Aviv y olvidar lo que ocurre a unas pocas decenas de kilómetros. Se enfrentó a una pena de prisión, pero también a otros castigos sociales, como el que podría impedirle estudiar en universidades públicas o trabajar en teatros oficiales. E hizo frente...
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