Pensamiento complejo
Raúl Velásquez G.[1]
Bajo las orientaciones de Rigoberto Pupo, y con el convencimiento de que escribir un ensayo es una oportunidad para la creatividad, presento este escrito como requisito de grado del Diplomado en Pedagogía Compleja que he realizado en laMultiversidad Edgar Morin. La pregunta orientadora será ¿Cómo integrar lo aprendido en el Diplomado con los procesos de enseñanza-aprendizaje que oriento en mi curso en “Políticas Públicas”?
Para enfrentar este desafío, dividiré el ensayo en dos partes. En la primera presentaré una síntesis de lo aprendido en el Diplomado. En la segunda me concentraré en explicar las conexiones que encuentro entre elparadigma de la complejidad y los conceptos y prácticas que enseño en mi curso de políticas públicas y en precisar cómo aplicaré lo aprendido en pedagogía y didáctica a la enseñanza-aprendizaje de las políticas públicas.
Primera parte. Resumen de lo aprendido en el Diplomado.
Mi resumen seguirá en lo posible la estructura del Diplomado y girará en torno a cinco temas: 1) el paradigma de lacomplejidad como crítica y complemento al paradigma positivista; 2) bondades del pensamiento complejo para la acción humana; 3) potencialidades de la educación y reforma; 4) el futuro de la universidad a la luz del pensamiento complejo; y finalmente 5) aprendizajes en pedagogía y didáctica.[2]
1. El paradigma de la complejidad como crítica y complemento al paradigma positivista.
Para entenderlos aportes del pensamiento complejo ante la crisis del paradigma positiva es necesario comprender primero las características del paradigma positivista, o cartesiano, fundado en las ideas de Comte y Descartes.
Como bien lo explica Malinowski en una de las lecturas ofrecidas por el colectivo docente, el paradigma positivista se evidencia en tres palabras: Positivismo, es decir el papel y valorde la ciencia en las sociedades humanas; el mecanismo o predominancia de las concepciones causalistas, y el popperianismo o falsabilidad como criterio de cientificidad. Agrega Malinowski que el sustrato común en todos estos ismos es que “siguen considerando implícitamente como adquirido e irrefutable un mismo sistema de hipótesis que acondicionan la propia definición del conocimiento humano asícomo las dinámicas sociales de su transmisión.”
Tomando elementos de los textos de Malinowski, Le Moigne y Delgado, el paradigma positivista respondió a las cuestiones gnoseológica (qué es el conocimiento), metodológica (cómo está producido) y axiológica (cuál es el valor del conocimiento) configurando un corpus que se puede resumir así: “El observador es independiente de lo observado(hipótesis ontológica). La ciencia obedece a un causalismo racionalmente identificable (hipótesis determinista). El conocimiento se alcanza a través de un método que encuentra una verdad objetiva y creciente. La realidad, como dato objetivable, se la puede descomponer analíticamente, justificándose así la especialización disciplinaria. El conocimiento es neutral a nivel ético y político (hipótesispositivista).”
Le Moigne nos explica que con el paso de los años, este paradigma se convirtió en un estatuto de conocimiento legítimo o “contrato epistemológico y social” cuyas cláusulas rigieron de manera explícita e implícita la práctica investigativa. Es decir, no era necesario reconsiderar las tres preguntas y sus respuestas, pues esto ya había sido realizado por las grandes mentes. Por otraparte, también se terminó aceptando que el estudio y las respuestas a los problemas y soluciones fueran adelantados por los “investigadores”. No en vano Malinowski cita a Heidegger, cuando peste decía que “la ciencia no piensa y carece de reflexividad.”
Esta aparente comodidad terminó generando una “incultura epistemológica” en la que se adelantan investigaciones sin pensar en el problema...
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