postulado
LA MATERIA QUE EXPLICO ES MUY INTERESANTE Y ELLA SOLA PUEDE ATRAERLA ATENCIÓN DELOSALUMNOS.
Muchas profesoras y profesores se identifican aún como tales por la materia que enseñan. Hay, pues, químicos que enseñan, técnicos en electrónica que enseñan o filósofos que también enseñan. Su interés se fija más en su materia que en el modo de enseñarla: ellos piensan que su entusiasmo y el dominio que tienen de su disciplina son suficientes para garantizar la eficacia en la enseñanza. Es el caso de la profesora o profesor que se niega a adoptar nuevas prácticas pedagógicas con el pretexto de que su asignatura es demasiado extensa para cambiar la forma de enseñar. El interés por la asignatura que uno enseña nada tiene de malo. Todo lo contrario, es fundamental. Pero hay que situarlo dentro de la perspectiva de la enseñanza. Entonces, el captar la atención de los alumnos se convierte en un objetivo por alcanzar. Y no se consigue por el solo contenido, sino por la estrategia educativa que constituye el método de enseñanza de la profesora y del profesor. Para conseguir despertar y mantener el interés de un alumno, hay que tener en cuenta muchos elementos a la hora de elaborar el propio método de enseñanza. Entre ellos recordamos:
•La utilidad del contenido del curso para los alumnos, habida cuenta de sus conocimientos.
•Las técnicas para suscitar la curiosidad y motivar con ellas a los alumnos a aprender. •El modo de enseñar (es decir, ¿es éste suficientemente variado para mantener la atención de los alumnos a los que se dirige el curso?). Como se ve, la motivación, o más exactamente la entrega al estudio de una asignatura, no surge necesariamente del contenido mismo. Con todo, circula aún entre los profesores la idea de que unas asignaturas interesan a los alumnos mientras que otras los desaniman.
Esta opinión se asocia a otra también perjudicial: hay una forma de enseñar para cada materia. Por eso, si los alumnos aborrecen las matemáticas o la historia no hay nada que hacer, ¡porque estas asignaturas no pueden enseñarse de otra forma! Reflexionando sobre esto, ¿no hay entre los profesores de una misma materia formas de explicar que fomentan en los alumnos una mayor o menor entrega al estudio para aprender?
SEGUNDO POSTULADO
LOS ALUMNOS SON CAPACES DE RETENER E INTEGRAR UNA CORRIENTE INFORMATIVA DURANTE MÁS DE 50 MINUTOS. Si una clase fuera como un boletín de noticias, bastaría con transmitir las informaciones una tras otra durante periodos largos de tiempo. Algunas clases magistrales dan la impresión de que la
actividad del profesor se reduce a dar información y el de los alumnos a reproducirla en su
"memoria de papel" a la espera de poderla memorizar en el tiempo de estudio. El proceso sería el siguiente: transmitir‐transcribir‐memorizar. En este supuesto no es extraño oír decir que hay que"aprender" la materia, aunque sea sólo más tarde cuando se comprenda y se descubra para qué puede servir.
Para que la enseñanza sea pura transmisión de contenidos, hay que presuponer que el aprendizaje es una simple operación de registro. Pero, para llegar a reducir el aprendizaje a estos términos, hay que ignorar el fenómeno de la comprensión y el proceso de creación de sentido. Concretamente, lo que se registra es el sonido, la forma en que la información es transmitida. La lectura de los apuntes de clase de los alumnos muestra que esto es lo que ocurre la mayoría de las veces: las frases están incompletas, los contenidos se relacionan sin sentido, algunas palabras sólo tienen un cierto parecido con lo que se ha expuesto. Los alumnos, entonces, se han preocupado sólo de reproducir, de captar la exposición del profesor. El tiempo se ha dedicado a esta tarea; la comprensión se ha dejado para más tarde.
Cuando el aprendizaje se entiende como la memorización de la información con sentido, la construcción de modelos útiles ...
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