Pro reforma
por Carlos A. Mendoza
Es difícil pensar ahora en otra cosa que no sea la crisis política que vive Guatemala. Pero haré el intento de ordenar mis ideas paracontinuar con este debate.
Mencioné con anterioridad (3 mayo 2009) que me parece positivo que ahora se utilicen canales institucionales para hacer reformas institucionales. Además, me parece que estedebate es sano para nuestra democracia y servirá para ventilar otros temas que hemos dejado en la caja del olvido, como el del Estado que corresponde a una sociedad multicultural.
El marco teóricopropuesto por Jeffrey W. Legro (2000) en “The Transformation of Policy Ideas” (American Journal of Political Science, Vol. 44, No. 3, pp. 419-432) podría ser de utilidad para comprender las posibilidadesreales de éxito de cualquier propuesta de cambio institucional.
Legro explica que para el cambio de las “ideas colectivas”, que luego se traducirá en un cambio de las “reglas del juego”, esnecesario transitar por dos etapas: el colapso de la ortodoxia y la consolidación de una nueva.
Colapso de la ortodoxia
La Asociación proReforma inicia la presentación de su propuesta asegurando que“resulta ingenuo seguir con reglas cuyos resultados dejan mucho que desear”. Dicen que “no es un problema de las personas que llegan al gobierno, sino que es un problema del sistema” y concluyen que esnuestro modelo de democracia el que falla (ingenuamente buscamos gobernantes virtuosos) y, por ello, debe ser modificado.
Al respecto me surgen varias preguntas: ¿Cómo concluyen que es el sistemapolítico el que debe ser modificado? Llevamos a penas veinticinco años bajo este régimen democrático, ¿no será muy prematuro pedirle resultados en materia de desarrollo económico y social? Además,¿quién prometió que la democracia era para resolver los problemas de pobreza y delincuencia? ¿Por qué no llegaron a la conclusión de que es el modelo económico el que debe ser reemplazado?
Yo creo...
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