proyectos
por José Enrique Monterde
No parece muy fácil mantener una posición esencialista en relación con el concepto de género cinematográfico, dadas las diferencias que se dan entre los géneros reconocidos aún de forma mayoritaria. El propio carácter dispar de los criterios de definición genérica y lo fluido de las fronteras que los delimitan entre sí, no hace más queapoyar la relatividad de conceptos como integridad, pureza o adulteración; esto es, de relativizar la fundamentación de cada uno de los géneros y de las heterogéneas reglas que los caracterizan.
Por tanto, tal como señalaba Jauss en relación a los géneros literarios, no se puede hablar de sus equivalentes cinematográficos en un sentido lógico, sino como la resultante de la constitución de grupos ofamilias históricas. De hecho, esas reglas o códigos nunca se limitan al ámbito de lo cinematográfico (entendido en sus vertientes narrativa, estética, industrial, etc.) sino que integran múltiples aspectos de índole extra-cinematográfica, que pueden ir desde los temas y escenarios geográfico-temporales hasta antecedentes literarios, desde tonos en la puesta en escena, el trabajo de losintérpretes o los elementos iconográficos hasta contenidos y valores morales o políticos.
En definitiva, la consolidación de una caracterización genérica viene dada por una multiplicidad de factores que, eso sí, deben ser consideradas a partir de un análisis «a posteriori» y no de una normativa «a priori». Esto quiere decir que las constantes o características de un género provienen del conjunto de filmsque se estiman como probables integrantes y no se deducen éstos de unas reglas clara y explícitamente reconocidas, como en su momento ya señalaba Todorov. Ahí radica la importancia de entender el género como un modo de articulación de las diferentes variables narrativas y expresivas posibles en el terreno de lo cinematográfico a lo largo del tiempo, que culmina en la producción de un «efecto decorpus», como tal basado en el juego entre repetición y diferencia, entre invariancia (o redundancia) y novedad. El resultado de esas reflexiones, como muy bien indicara Leutrat en su primer estudio sobre el «western», es que resulta «imposible dar una definición de un género. No se puede más que permanecer en el dominio de la observación y de las constataciones».
Ese efecto de corpus provoca un«horizonte de expectativas» o una previsibilidad por parte del espectador, de tal manera que el género es fruto tanto de la propuesta fílmica concreta como del trabajo espectatorial. Y en ese sentido cabe advertir la existencia de géneros más «fuertes» o estables y de otros peor definidos o constreñidos por un número cerrado de rasgos. esa indefinición se da en relación proporcional con el carácterautónomo de cada género respecto a antecedentes pre-cinematográficos; no será la misma la consistencia interna o la reconocibilidad del «western», el musical o el cine negro, cuyos referentes externos a lo cinematográfico son casi cronológicamente paralelos, respecto de otros géneros que remiten a una amplia y antigua tradición, como serían la comedia o el propio melodrama, más capacitados para lamezcla con otros géneros y por tanto más difícilmente asumibles en su radical pureza. Así, de Matarazzo a Sirk o de Griffith a Fassbinder, la ligazón que nos permite hablar de una unidad en el melodrama no estará basada empíricamente, como en la mayor parte de los géneros, sino en la apreciación del espectador -por tanto con una amplia influencia subjetiva- de que la acumulación de característicasy efectos es suficiente para primar sobre cualquier otro carácter del film, de resultar lo más definitorio de su esencia melodramática.
Todo este inevitable y cansino prólogo -por lo repetido cada vez que introducimos un estudio sobre algún género-, viene al caso precisamente en el momento en que vamos a intentar abordar una caracterización general del género melodrama. De inmediato deberemos...
Regístrate para leer el documento completo.