Psicoterapia Gestalt y Ejercicios Espirituales
Hernando Gálvez, S.J.
El objetivo de este artículo es aportar algunos elementos de la Terapia Gestalt (TG) que puedan integrarse en el acompañamiento de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio; y más que en técnicas, conviene fijarse en actitudes de fondo que puedan enriquecer la forma de acompañar la experiencia espiritual.
El“Acompañamiento Gestáltico” más que pretender cambiar a una persona, quiere trasmitir un modo peculiar de vida, una filosofía subyacente, a través de un conjunto de actitudes fundamentales; trasmisión que es experiencial más que teórica.
”La TG descansa en una postura filosófica implícita que se trasmite del terapeuta al paciente, o a quien se entrena, por medio de sus procedimientos, sin necesidad deexplicitación. Y más aún: me gustaría sugerir que la asimilación experiencial de la Weltanschauung implícita es una clave oculta para el proceso terapéutico.”
Esta filosofía de vida se explicita a través de un núcleo central de tres actitudes básicas que son, centrarse en el presente, responsabilizarse de la propia existencia y darse cuenta. De estas tres actitudes nos centraremos, en estaexposición, más en la actitud de darse cuenta o consciencia.
1. Las emociones y sentimientos
Tal vez el aporte más significativo que puede ofrecer la TG a los Ejercicios Espirituales es su peculiar manera de privilegiar, entender y afrontar el mundo emocional; ámbito que no es, de ninguna manera ajeno a la espiritualidad ignaciana, y que sí conviene explicitar.
Comencemos por exponer,brevemente, cómo surgen las emociones y sentimientos en el ser humano El niño nace con unas capacidades de conocer y sentir que va desarrollando a medida que se pone en contacto con su ambiente. Inicialmente, dispone de una energía indiferenciada, que lo lleva a contactar y explorar el ambiente. Unos contactos le resultan agradables y los repite, y otros, desagradables y los evita. Unos, lefacilitan la sobrevivencia y le satisfacen sus necesidades; otros, le hacen daño y lo frustran.
El conjunto de estas experiencias va constituyendo en él un proceso evaluativo diferenciado. La energía, que en un comienzo era indiferenciada se va especializando o diferenciando. En TG a estos usos evaluativos especializados les llama emociones o sentimientos. A los que tienen un resultado agradable seles llaman emociones “positivas”; éstas satisfacen necesidades y aportan bienestar; las “negativas” causan daño, insatisfacción y malestar. Es así como la persona aprende las emociones primarias: miedo, afecto, tristeza, enojo y alegría.
En la TG las emociones y sentimientos son entendidos como energías orientadoras que nos anuncian si tenemos alguna necesidad personal que atender o unaamenaza que afrontar; y, además, proveen energía para dar respuesta a lo que juzguemos oportuno hacer.
“Es de gran importancia que usted se haga consciente de la continuidad de su experiencia emocional. Una vez que la emoción se ha entendido no como amenaza al control racional de la vida, sino como guía que ofrece la única base sobre la cual puede ordenarse la vida racionalmente, entonces el caminoestá abierto para el cultivo de la consciencia continua de sus sabios reclamos a la acción.”
Muy coincidente esta cita de los teóricos de la TG con las intuiciones de San Ignacio que ve en el mundo emocional (mociones experimentadas y discernidas) una orientación para ordenar la vida.
San Ignacio, capta, de raíz, la función básica de las emociones, como dinamismos orientadores ydinamizadores de la vida humana, con su doble polaridad de bienestar o malestar. Y como hombre de profunda fe ve, en ellas, indicios que, discernidos, pueden enrumbarlo por el camino de la voluntad de Dios.
Desde el tiempo de la convalecencia en el Castillo de Loyola, aparece en él una gran habilidad para hacerse consciente de su vertiente emocional; esta consciencia lo aboca a importantes insights en...
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