Que hablen los primeros cristianos
David W. Bercot.
Traducido del inglés por Ernest Strubhar
CONTENIDO
PÁG.
1.El prisionero………………………………………………………..5
2. ¿Quiénes eran los primeros cristianos?.......................................8
3. Ciudadanos de otro reino…………………………………………………………….16
4. ¿Será lo bueno y lo malo cuestión de cultura?...........................245. ¿Por qué tuvieron éxito ellos cuando nosotros fracasamos……...36
6. Lo que creyeron acerca de la salvación………………………………………48
7. Lo que creyeron acerca de la predestinación y el libre albedrío.58
8. Lo que el bautismo significaba a los primeros cristianos…………..65
9. La prosperidad: ¿una bendición o una trampa?..........................70
10. ¿Superan las enseñanzas del NuevoTestamento a las del Antiguo Testamento?......................................................................76
11. ¿Quién entiende mejor a los apóstoles?...................................84
12. ¿Se falsificaron a propósito las enseñanzas de los apóstoles….90
13. Cómo el cristianismo primitivo se destruyó………………………….….99
14. Los muros restantes se derrumban…………………………………………...109
15.El cristiano más influyente de toda la historia………………………...114
16. ¿Fue la Reforma un retorno al cristianismo primitivo?............119
17. El renacimiento del cristianismo primitivo……………………………...124
18. ¿Qué quiere decir para nosotros todo eso?..............................130
Diccionario biográfico…………………………………………………………………....137
Notas del texto………………………………………………………………………………..…1411
El prisionero
El carro tirado por caballos rodaba por las calles empedradas de la antigua ciudad de Esmirna. El prisionero Policarpo podía oír los gritos del gentío enloquecido dentro de la arena romana. Los perros de la calle seguían al carro, ladrando locamente. Niños curiosos, con ojos llenos de emoción, se corrían a un lado para darle paso. Y caras sin número se asomaban curiosas alas ventanas.
Deteniéndose afuera de los altos muros de la arena, el guarda sacó al prisionero del carro como si fuera un bulto de basura. No le importó que las piernas del prisionero quedaran lesionadas.
Ya hace semanas que el pueblo insistía en que este hombre fuera arrestado y ejecutado. Pero no tenía apariencia de malhechor este anciano delicado, con cara arrugada. Su cabello y barba eranblancos, como las nubes en el cielo mediterráneo aquella tarde. El prisionero entró en la arena, cojeando. Y las nuevas corrieron de una persona a otra que éste era Policarpo, el criminal vil cuya muerte habían venido a ver.
Su delito, ¿cuál era?
Era el líder en aquella ciudad de una secta supersticiosa, la secta conocida por el nombre cristianos.
El anciano, guiado por soldados, se acercó alprocónsul romano, mientras el gentío gritaba su aprobación. Querían ver sangre esta tarde. Pero la cara del procónsul se ruborizó. ¿Era éste el criminal peligroso a quien querían dar muerte?
El procónsul se inclinó hacia adelante y habló en voz baja al anciano prisionero.
—El gobierno romano no quiere perseguir a los ancianos. Sólo jura por la divinidad de César y te pondré en libertad.—Esto no puedo hacer.
—Entonces sólo grita: “Abajo con los ateos”, y bastará. (Ya que los cristianos no tenían ni dioses ni templos, muchos creían que eran ateos.)
Con gran calma el prisionero dio la vuelta y señaló hacia el gentío que gritaba por su muerte. Entonces, mirando hacia el cielo, gritó a toda voz:
—¡Abajo con los ateos!
El procónsul quedó desconcertado al ver la respuesta delprisionero. Este había hecho lo que se le mandó, pero no de la manera esperada. No satisfaría al gentío loco que seguía gritando por su muerte. El procónsul quería poner en libertad a este anciano, pero tenía que aplacar a la gente.
—¡Maldice a Jesucristo! —ordenó.
Por unos momentos Policarpo miró fijamente al rostro severo del procónsul. Luego habló con calma:
—Por ochenta y seis años he...
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